Mortalidad de pacientes se asocia con escaras hospitalarias

Por el equipo editorial de HospiMedica en español
Actualizado el 26 Nov 2012
Un nuevo estudio ha encontrado una correlación directa entre las úlceras por presión (UP) - comúnmente conocidas como escaras - y la mortalidad y la hospitalización más prolongada.

Investigadores de la Universidad de California, Los Ángeles (UCLA, EUA) realizaron un análisis retrospectivo secundario de la base de datos del Sistema Nacional de Control de Seguridad del Paciente de Medicare, de los EUA (MPSMS) para determinar la incidencia a niveles nacional y estatal de las UP nuevas, adquiridas en el hospital, por los beneficiarios de Medicare, y describir las características clínicas y demográficas y los resultados de estos individuos. En total, se revisaron los datos relativos a 51.842 beneficiarios seleccionados al azar, dados de alta del hospital, entre enero 1 de 2006, y 31 de diciembre de 2007.

Los resultados mostraron que 2.313 (4,5%) desarrollaron al menos una nueva UP durante su hospitalización. Las relaciones de probabilidad ajustadas para el riesgo de mortalidad fueron de 2,81 para la mortalidad hospitalaria, 1,69 para la mortalidad a los 30 días después del alta, y 1,33 para la readmisión dentro de los 30 días. El riesgo hospitalario, ajustado para la duración de la estancia fue de 4,8 días para los individuos que no desarrollaron UP y 11,2 días para aquellos con UP adquiridas en el hospital. La región Noreste en general y el estado de Missouri, en especial, tenían las tasas más altas de incidencia (4,6% y 5,9%, respectivamente).

El estudio encontró que el 4,5% de los pacientes seguidos adquirieron una UP durante su estancia en el hospital. La mayoría de estas llagas se encuentran en el cóccix o hueso sacro, seguido de la cadera, los glúteos y los talones. Así, el estudio también reveló que de las casi 3,000 personas que ingresaron al hospital con una UP, el 16,7% desarrolló al menos una escara nueva en una parte diferente de su cuerpo durante su hospitalización. Los individuos con mayor riesgo son aquellos que tenían una condición crónica existente como insuficiencia cardíaca congestiva (ICC), enfermedad pulmonar, enfermedad cardiovascular (CVD), diabetes y obesidad, así como aquellos que tomaban esteroides. El estudio fue publicado en la edición de septiembre 2012, de la revista Journal of the American Geriatrics Society.

“Cuando las personas ingresan al hospital con las condiciones de riesgo que hemos identificado, se debe hacer una señal de alerta inmediata de que se deben tomar la medidas adecuadas para minimizar el riesgo de que ocurran úlceras de presión”, dijo la autora principal, Courtney Lyder, RN, DN PNB decana de la Facultad de Enfermería de la UCLA. “Corresponde a los hospitales identificar a los individuos con alto riesgo para estas úlceras e implementar intervenciones preventivas inmediatamente después de la admisión”.

Las UP son lesiones localizadas en la piel y/o tejido subyacente (generalmente, sobre una prominencia ósea) como resultado de la presión, o de presión en combinación con el esfuerzo cortante y la fricción. Por lo general se localizan en el sacro, el coxis, los talones, o las caderas, pero otros sitios examinados como los codos, las rodillas, los tobillos o la parte posterior del cráneo, también pueden estar afectadas. La causa de las UP es la presión aplicada a los tejidos blandos, de modo que el flujo de sangre se encuentra total o parcialmente obstruido. El estrés, que hala de los vasos sanguíneos que alimentan la piel, es por lo tanto una causa. Las UP se desarrollan más comúnmente en personas que no se mueven o que están confinados a sillas de ruedas.

Enlace relacionado:

University of California, Los Ángeles



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