Los balones recubiertos de fármacos pueden reemplazar a los stents incluso en arterias más grandes

Por el equipo editorial de HospiMedica en español
Actualizado el 28 Nov 2025

Las arterias estrechas o bloqueadas representan una importante carga para la salud mundial y, cuando el flujo sanguíneo se ve comprometido, suelen provocar infartos, insuficiencia cardíaca o accidentes cerebrovasculares. La angioplastia con balón tradicional puede reabrir los vasos, pero a menudo resulta en reestenosis, mientras que los stents dejan implantes metálicos permanentes que conllevan riesgos a largo plazo. Una alternativa mínimamente invasiva ha demostrado un excelente rendimiento en vasos de mayor tamaño, ofreciendo a los médicos una opción adicional para el tratamiento de la enfermedad coronaria.

Investigadores de la Universidad del Sarre (Sarre, Alemania) lideraron un amplio estudio internacional que validó el uso de balones recubiertos de fármacos (DCB, por sus siglas en inglés) en arterias de más de 2,75 mm de diámetro. La tecnología de los DCB, desarrollada originalmente hace dos décadas, administra un fármaco antiproliferativo en la pared vascular durante la inflación del balón, lo que reduce la probabilidad de que el tejido vuelva a crecer y cause un nuevo estrechamiento. A diferencia de los stents, los DCB no dejan ningún implante permanente.


Imagen: el estudio internacional demostró que los balones recubiertos de fármacos pueden resultar eficaces en arterias más grandes (Foto cortesía de la Universidad de Saarland)

En el estudio multicéntrico SELUTION DeNovo, realizado con más de 3.300 pacientes, los investigadores encontraron que los DCB ofrecieron resultados a un año comparables a los de los stents liberadores de fármacos de última generación en arterias coronarias de mayor tamaño. La incidencia de eventos clínicos graves, como infarto de miocardio, muerte súbita cardíaca o reintervención, fue similar en ambos grupos. La evidencia publicada en The Lancet y el European Heart Journal ya había demostrado el sólido desempeño de los DCB en vasos coronarios más pequeños, y el nuevo estudio amplía significativamente su aplicabilidad.

Los datos también ofrecen un contexto importante para el estudio chino Rec-Cagefree I, que previamente había sugerido un rendimiento inferior de los DCB en estenosis de vasos grandes. Los resultados actualizados a tres años indican que las diferencias en la composición química del recubrimiento del fármaco y en los perfiles de retención del mismo probablemente expliquen los resultados inconsistentes. Según los investigadores, el recubrimiento utilizado en el ensayo Rec-Cagefree I no mantuvo la presencia del fármaco en la pared vascular el tiempo suficiente para prevenir la reestenosis de forma fiable.

Los hallazgos refuerzan el movimiento global hacia estrategias intervencionistas que minimicen los implantes permanentes, reduciendo así los riesgos a medio y largo plazo asociados a los stents. Para algunos pacientes, combinar stents cortos con terapia DCB dirigida puede seguir siendo el enfoque óptimo, especialmente en casos de enfermedad coronaria compleja. Los ensayos internacionales en curso continúan evaluando la terapia con DCB en diversos grupos de pacientes y tipos de lesiones.

“Además de comparar diferentes tecnologías para el tratamiento de la enfermedad coronaria, mi equipo y yo nos centramos en desarrollar nuevas estrategias adaptadas a las necesidades individuales de cada paciente”, afirmó el profesor Bruno Scheller, de la Universidad del Sarre. “Para muchos pacientes, la combinación de stents liberadores de fármacos y balones recubiertos de fármacos (DCB) seguirá siendo la mejor opción. Los DCB nos permiten evitar stents de gran longitud, que pueden suponer riesgos significativos para los pacientes a medio y largo plazo”.

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Saarland University


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