Sistema de administración de fármacos ayuda a pacientes en diálisis y con enfermedades cardíacas a evitar cirugías repetidas
Actualizado el 07 Feb 2025
Los procedimientos de revascularización son esenciales para tratar las enfermedades cardiovasculares, ya que restablecen el flujo sanguíneo necesario. Por ejemplo, un cirujano puede transferir una vena de la pierna al corazón para ayudar a los pacientes con insuficiencia cardíaca. Este procedimiento también se utiliza para crear puntos de acceso para pacientes en diálisis. En estos casos, se suele conectar una arteria y una vena del brazo para permitir la extracción, limpieza y retorno de la sangre al cuerpo. Estos puntos de acceso para diálisis se denominan fístulas arteriovenosas (FAV) y su tratamiento en pacientes con enfermedad renal terminal cuesta al sistema sanitario estadounidense unos 5.000 millones de dólares anuales.
Sin embargo, el problema es que estos procedimientos de revascularización a menudo generan la misma complicación pretenden solucionar: un flujo sanguíneo inadecuado. La cirugía en sí puede provocar la acumulación de células en los vasos sanguíneos, lo que bloquea el suministro de sangre. Las cirugías repetidas para el acceso vascular y la revascularización no solo suponen una carga importante para los pacientes, sino que también representan una brecha crítica en la atención médica.
Ahora, un sistema de administración de fármacos basado en la nanotecnología desarrollado en el Sistema de Salud de la Universidad de Virginia (Charlottesville, VA, EUA) ofrece una posible solución para reducir la necesidad de cirugías repetidas. Este sistema ha demostrado beneficios inesperadamente duraderos en pruebas de laboratorio, lo que resulta prometedor para su aplicación en pacientes humanos.
El enfoque consiste en aplicar una pasta compuesta por nanopartículas mezcladas con hidrogel sobre las venas trasplantadas para prevenir la formación de bloqueos dañinos. Estas obstrucciones son una causa común de la necesidad de múltiples cirugías en pacientes cardíacos y en diálisis, algunos de los cuales requieren procedimientos repetidos en ambos brazos, piernas e incluso en sus clavículas para mantener un tratamiento vital.
Aunque la innovación de la UVA, llamada "Pericelle", mostró resultados prometedores en las primeras pruebas, existían dudas sobre la duración de los beneficios de este método de administración de fármacos. Los investigadores esperaban que el procedimiento, aplicado durante la cirugía venosa inicial, siguiera protegiendo a los pacientes durante meses después. Sin embargo, incluso los científicos de la UVA se sorprendieron con sus últimos hallazgos, publicados en la revista Bioactive Materials. Pericelle no solo funcionó durante tres meses, después de que se agotara el suministro de medicamento, sino que continuó brindando beneficios a los seis meses y siguió siendo efectivo a los nueve meses.
Aunque los investigadores aún no pueden explicar completamente estos efectos prolongados de manera inesperada, estos resultados refuerzan el potencial de la técnica. Además de su trabajo con Pericelle, el equipo de la UVA está desarrollando otro enfoque innovador llamado epiNanopaint, que permitiría a los cirujanos aplicar nanopartículas en las venas para prevenir futuras obstrucciones y reducir la necesidad de cirugías adicionales.
“Esto es un gran avance porque el tratamiento podría funcionar mucho más tiempo de lo que originalmente pensamos, mucho más allá de lo que cualquiera esperaría”, dijo el investigador Lian-Wang Guo, PhD, quien está desarrollando la técnica con el Dr. K. Craig Kent de la UVA. “Es muy emocionante que un tratamiento pueda prevenir los bloqueos dañinos durante muchos meses. Si podemos encontrar una manera de evitar la necesidad de cirugías repetidas, tendrá un gran impacto en la vida de los pacientes”.