El procedimiento TAVI respaldado por acceso radial reduce complicaciones hemorrágicas
Actualizado el 28 Oct 2024
El procedimiento TAVI, o implante de válvula aórtica transcatéter, es una técnica mínimamente invasiva en la que se inserta una nueva válvula aórtica a través de la arteria femoral para reemplazar una válvula antigua que se ha estrechado. Este método está ganando popularidad, en particular entre las personas de 75 a 80 años y aquellas con riesgos médicos, ya que a menudo se prefiere a la cirugía a corazón abierto, que presenta mayores riesgos y requiere un período de recuperación más largo. En los procedimientos TAVI, se utilizan dos arterias femorales: una para introducir la válvula aórtica y guiarla a la posición correcta, y la otra para inyectar líquido de contraste, lo que mejora la visualización de la aorta y garantiza una colocación precisa de la válvula. Aunque el acceso por la muñeca se ha convertido en una práctica estándar en procedimientos como la angioplastia para reducir el riesgo de hemorragias graves, esta técnica aún no se ha adoptado en TAVI. Ahora, una nueva investigación indica que parte del procedimiento TAVI se puede realizar a través de la arteria radial en lugar de la arteria femoral, lo que conduce a menos complicaciones hemorrágicas.
En un estudio aleatorizado realizado en colaboración con varios centros, un equipo de cardiólogos e investigadores del Centro Médico Universitario Radboud (Nijmegen, Países Bajos) exploró si esta técnica, ya establecida en procedimientos de angioplastia, también podría beneficiar al procedimiento TAVI que implica reemplazo de la válvula aórtica. Los pacientes programados para TAVI participaron en el estudio y fueron asignados aleatoriamente a uno de dos grupos: el procedimiento estándar utilizando ambas arterias femorales o el nuevo método donde la válvula cardíaca se introdujo a través de la arteria femoral y el líquido de contraste se administró a través de la arteria radial. Un total de 238 pacientes participaron en el estudio, y los hallazgos revelaron que el sangrado grave que requirió intervención médica ocurrió casi exclusivamente en el grupo de la arteria femoral.
Además, los investigadores realizaron otro ajuste al procedimiento. Durante el TAVI, los pacientes suelen recibir un marcapasos temporal porque la nueva válvula puede causar arritmia cardíaca. Si bien este marcapasos suele retirarse inmediatamente después del procedimiento, en ocasiones puede permanecer colocado durante varios días. Tradicionalmente, se utiliza una vena femoral para la inserción del marcapasos, pero en los pacientes a los que se les administró líquido de contraste a través de la muñeca, el marcapasos se insertó a través de una vena del brazo. Esta investigación, publicada en la revista JAMA Network Open, destaca las ventajas de utilizar la arteria radial para administrar el líquido de contraste, ya que da como resultado menos complicaciones hemorrágicas. Aunque este método puede tardar un poco más que el uso exclusivo de las arterias femorales, el equipo anticipa que este enfoque se integrará cada vez más en la práctica.
“Esto ya es común en la angioplastia, y ahora hemos demostrado que también proporciona ventajas en el procedimiento TAVI”, afirma Niels van Royen, último autor y catedrático de Cardiología. “Llevamos unos quince años realizando procedimientos TAVI con resultados prometedores. Las nuevas válvulas aórticas parecen funcionar tan bien después de diez años como las válvulas quirúrgicas estándar. Si podemos reducir los riesgos asociados al procedimiento, sería un gran paso adelante”.
Enlaces relacionados:
Radboud University Medical Center