Nuevo método estima con precisión el estado cardiovascular para el manejo de la presión arterial en cirugía
Actualizado el 07 Aug 2024
En los casos en que los pacientes en cuidados intensivos o sometidos a cirugías mayores experimentan fluctuaciones extremas de la presión arterial, esto puede provocar una disfunción orgánica significativa. Para los proveedores de atención médica, simplemente reconocer que la presión arterial es anormal no es suficiente. Para administrar el medicamento adecuado de manera efectiva, es crucial comprender las razones subyacentes del cambio en la presión arterial. Ahora, un nuevo estudio introduce un marco matemático que deriva con precisión esa información vital en tiempo real.
Desarrollado por investigadores del Instituto Picower del MIT (Cambridge, MA, EUA), este nuevo marco matemático puede estimar proporcionalmente los dos factores principales que afectan la presión arterial: el gasto cardíaco (la velocidad a la que el corazón bombea sangre) y la resistencia vascular sistémica (la resistencia dentro de las arterias al flujo sanguíneo). Los investigadores probaron este nuevo enfoque con datos recopilados previamente de modelos animales, demostrando que sus estimaciones obtenidas de forma no invasiva a partir de lecturas de presión arterial periférica se alineaban precisamente con las adquiridas utilizando una sonda de flujo invasiva en la aorta.
Además, estas estimaciones reflejaron con precisión los cambios provocados por diversos fármacos utilizados por los médicos para normalizar la presión arterial. Según los hallazgos publicados en IEEE Transactions on Biomedical Engineering, los valores derivados de la resistencia y el gasto cardíaco ofrecen datos esenciales que pueden utilizarse de inmediato para tomar decisiones informadas en el manejo de la hemodinámica. A la espera de una validación adicional y la aprobación regulatoria, esta técnica podría usarse durante procedimientos médicos críticos, como cirugías cardíacas, trasplantes de hígado y cuidados en unidades intensivas, mejorando el tratamiento de afecciones que afectan la función cardiovascular o el volumen sanguíneo.
"Cualquier paciente que se someta a una cirugía cardíaca podría necesitar esto", dijo el autor principal del estudio, Emery N. Brown, del Instituto Picower del MIT. “Lo mismo podría hacer cualquier paciente sometido a una cirugía más normal pero que pudiera tener un sistema cardiovascular comprometido, como una cardiopatía isquémica. No se puede permitir que la presión arterial esté descontrolada”.
Enlaces relacionados:
Instituto Picower del MIT