Método de neurocirugía mínimamente invasiva limita daño en pacientes después de cirugía de tumor cerebral
Actualizado el 27 Apr 2023
Los tumores cerebrales situados en áreas responsables del habla, la visión y la función motora plantean desafíos únicos para los neurocirujanos, ya que el daño al tejido adyacente puede provocar un deterioro significativo de estas capacidades. Estas regiones, denominadas "áreas cerebrales elocuentes", requieren cuidados y métodos especiales para minimizar el daño y los déficits. Ahora, investigadores han encontrado que un método mínimamente invasivo para reducir la pérdida de visión y audición en pacientes después de una cirugía de tumor cerebral es altamente efectivo.
Las tecnologías de última generación permiten a los neurocirujanos navegar con precisión hasta el tumor. Estas herramientas incluyen la neuronavegación, que funciona como un GPS para guiar al cirujano hasta el tumor, conectando la resonancia magnética del paciente al sistema de navegación. Luego, los cirujanos pueden utilizar un instrumento similar a un bolígrafo para registrar el cerebro con la resonancia magnética. El mapeo cortical, otra técnica, aplica estimulación eléctrica leve al cerebro durante la cirugía para identificar regiones específicas, lo que ayuda a los cirujanos a evitar áreas cruciales que controlan el habla, la función motora y la visión. La tractografía, una tercera tecnología, mapea la ubicación y la dirección de la materia blanca en el cerebro utilizando un software de imágenes avanzado. Estas técnicas funcionan en conjunto para ayudar a los cirujanos a extirpar la mayor cantidad posible de tumor y minimizar el daño al tejido circundante.
Incluso utilizando estas nuevas tecnologías, los métodos tradicionales de neurocirugía implican la extirpación de grandes porciones del cráneo y la retracción de secciones significativas del cerebro para acceder al tumor. Sin embargo, la retracción excesiva puede dañar las neuronas y provocar la muerte del tejido. Investigadores de la Universidad de Cincinnati (Cincinnati, OH, EUA) estudiaron una alternativa mínimamente invasiva utilizando un tubo pequeño, que requiere extraer una sección más pequeña del cráneo y eliminar la necesidad de retracción del cerebro. Con la tecnología de imágenes que identifica la ubicación del tumor e indica la distancia más corta, el tubo se puede insertar directamente en el sitio del tumor, lo que permite su extracción.
El equipo de investigación evaluó los resultados de 72 pacientes que se sometieron a la extirpación de tumor cerebral en áreas elocuentes utilizando el método tubular. Dado que los tumores cerebrales en áreas elocuentes son relativamente raros, el estudio observacional prospectivo incluyó varios tipos de tumores y regiones. El equipo descubrió que a cerca del 95 % de los pacientes se les extirparon los tumores completos con este método. Después de la cirugía, el 9 % de los pacientes experimentaron déficits nuevos o empeorados en la función motora o del habla, lo que concuerda con las tasas de complicaciones esperadas para las cirugías en estas áreas del cerebro. Se necesitan más estudios para evaluar la efectividad del método tubular para regiones y tipos de tumores específicos, lo que permitirá realizar comparaciones directas. Como con cualquier técnica quirúrgica, los neurocirujanos deben estudiar y practicar el método tubular antes de emplearlo en un quirófano. Se espera que se publiquen más datos sobre su efectividad en el futuro.
"Tal vez este enfoque pueda ser de mayor beneficio para algunos tipos de tumores particulares, por lo que puede ser mejor usarlo solo para esos tumores en lugar de todos los tipos", dijo el Dr. Paolo Palmisciano de la Universidad de Cincinnati, quien formó parte del equipo de investigación.
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Universidad de Cincinnati