Diminutas partículas de oro rociadas junto con cirugías de derivación de la arteria coronaria podrían tratar enfermedades cardíacas
Actualizado el 16 Mar 2022
Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en todo el mundo y se cobran aproximadamente 18 millones de vidas cada año. Ahora, un nuevo enfoque, que algún día podría usarse junto con las cirugías de derivación de la arteria coronaria, involucra una tecnología de rociado que usa nanopartículas personalizadas de uno de los metales más preciosos del mundo, ofrece un tremendo potencial terapéutico y eventualmente podría ayudar a salvar muchas vidas.
La investigación de vanguardia realizada por investigadores de la Universidad de Ottawa (Ontario, Canadá) ha llevado al desarrollo de una nueva tecnología que combina nanooro y péptidos que pueden restaurar tanto la función cardíaca como la conductividad eléctrica. Su investigación sugiere que una rociada de partículas súper diminutas de oro y péptidos en un corazón dañado podría proporcionar una reparación mínimamente invasiva en el acto. La terapia probada por los investigadores, que se roció en los corazones de ratones de laboratorio, utilizó concentraciones muy bajas de partículas de oro modificadas con péptidos creadas en el laboratorio. Desde la boquilla de un aparato rociador miniaturizado, el material puede pintarse uniformemente sobre la superficie de un corazón en unos pocos segundos.
Se ha demostrado que las nanopartículas de oro tienen algunas propiedades inusuales y son químicamente muy reactivas. Durante años, los investigadores han estado empleando nanopartículas de oro, tan pequeñas que el ojo humano no las puede detectar, en una gama tan amplia de tecnologías que se ha convertido en un área de gran interés para la investigación. En este caso, el nanooro personalizado modificado con péptidos, una cadena corta de aminoácidos, se roció en los corazones de ratones de laboratorio. La investigación encontró que la terapia de rociado no solo dio como resultado un aumento en la función cardíaca y la conductividad eléctrica del corazón, sino que no hubo infiltración de órganos fuera del objetivo por parte de las diminutas partículas de oro.
Según el investigador, los datos no solo sugieren que la acción terapéutica del nanoterapéutico en spray es muy eficaz, sino que su aplicación es mucho más sencilla que otros enfoques regenerativos para tratar un corazón infartado. Al principio, la mejora observada de la función cardíaca y la propagación de la señal eléctrica en los corazones de los ratones probados fue difícil de creer para el equipo. Pero los experimentos repetidos arrojaron los mismos resultados positivos. Para validar los emocionantes hallazgos en ratones, el equipo ahora busca adaptar esta tecnología a procedimientos mínimamente invasivos que acelerarán las pruebas en modelos animales grandes, como conejos y cerdos.
“Esa es la belleza de este enfoque. Se rocía, luego se espera un par de semanas y los animales están bien en comparación con los controles”, dijo el Dr. Emilio Alarcón de la Facultad de Medicina y el Instituto del Corazón de la Universidad de Ottawa.
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Universidad de Ottawa