Materiales biológicos ayudan en la cirugía reconstructiva

Unos materiales de reconstrucción nuevos apoyan a los tejidos blandos en pacientes de cirugía plástica y reconstructiva que requieren reparación o refuerzo.

Los bioandamios reconstructivos Restella de TELA Bio (Malvern, PA, EUA) se basan en un polímero entretejido a través de capas de tejido biológico en un patrón de “puntada de bloqueo” patentado, que crea una construcción bordada exclusiva con estiramiento controlado que es altamente permeable. Los soportes biológicos pueden admitir una variedad de técnicas y procedimientos quirúrgicos, con énfasis en la reparación de la hernia ventral y la reconstrucción de la pared abdominal. Restella está disponible en una gama de tamaños, hasta 25 × 40 cm (1.000 cm2), grosores y grados de refuerzo, y se puede recortar a medida.


El polímero estéril está integrado en una matriz extracelular biológica (MEC) derivada del rumen ovino (oveja), que se ha optimizado para reducir la respuesta de cuerpo extraño, minimizar la inflamación y permitir la remodelación tisular funcional a través de cientos de poros que permiten la transferencia de fluidos a través del andamio, sin evidencia restante de seroma entre las capas después de un corto período de solo cuatro semanas. El polímero entretejido también ayuda a proporcionar soporte al tejido, junto con una mejor capacidad de manejo y distribución de carga.

“Nuestro éxito en la aplicación de las ventajas de nuestra plataforma tecnológica para desarrollar los bioandamios reconstructivos de Restella es otro ejemplo de la capacidad única de TELA Bio para brindar innovación y ahorro de costos para atender una amplia gama de necesidades en cirugía”, dijo Antony Koblish, presidente y director ejecutivo de TELA Bio “Estos productos fueron diseñados a propósito para permitir una rápida integración y revascularización tisular y control biomecánico”.

Los animales rumiantes como ovejas, vacas, cabras, venados y llamas tienen un estómago de cuatro cámaras, que incluyen el retículo, el rumen, el omaso y el abomaso. Las estructuras en cada cámara son únicas, con el retículo luciendo un patrón de panal de abeja, el rumen caracterizado con miles de papilas que aumentan el área de la superficie y el omaso y el abomaso con numerosos pliegues de tejido. El rumen en sí mismo sirve como una gran cuba de fermentación en la que los microorganismos se descomponen y no pueden alimentar al animal. Como parte de este proceso, producen subproductos, como los ácidos grasos volátiles (AGV), que el animal absorbe y utiliza como energía.

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