Trombólisis en TVP no previene complicaciones a largo plazo
Por el equipo editorial de HospiMedica en español
Actualizado el 03 Jan 2018
Actualizado el 03 Jan 2018
Un nuevo estudio sugiere que la trombólisis farmacomecánica y dirigida por catéteres no reduce el riesgo de síndrome postrombótico en aquellos pacientes que presentan trombosis venosa profunda proximal (TVP) aguda.
Investigadores de la Universidad McMaster (Hamilton, ON, Canadá), la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington (WUSTL; St. Louis, MO, EUA) y otras instituciones, realizaron un estudio que asignó aleatoriamente a 692 pacientes con TVP proximal aguda a un tratamiento con anticoagulación sola o con anticoagulación más trombólisis farmacomecánica, administrada a través de catéter o el suministro usando un dispositivo, por vía intrathrombo, del activador tisular de plasminógeno recombinante (tPA), combinado con aspiración o maceración del trombo. El resultado primario fue el desarrollo del síndrome postrombótico.
Los resultados revelaron que después de seis a 24 meses de seguimiento, no hubo diferencias significativas entre los grupos en el porcentaje de pacientes con síndrome postrombótico. La trombólisis farmacomecánica produjo cinco veces más episodios hemorrágicos graves en 10 días, pero no se observó una diferencia significativa en la TVP recurrente durante el período de seguimiento de 24 meses. Se presentó síndrome post-trombótico moderado a severo en el 18% de los pacientes en el grupo de trombólisis farmacomecánica, frente al 24% de los del grupo control. La mejora en la calidad de vida desde el inicio hasta los 24 meses no difirió significativamente entre los grupos de tratamiento. El estudio fue publicado el 7 de diciembre de 2017 en la revista New England Journal of Medicine (NEJM).
“Lidiamos con una espada de doble filo muy aguda en estos casos. Ninguno de nosotros se sorprendió al descubrir que este tratamiento es más riesgoso que los medicamentos anticoagulantes solos. Para justificar ese riesgo adicional, hubiéramos tenido que mostrar una mejoría dramática en los resultados a largo plazo, y el estudio no lo mostró”, dijo el autor principal, el profesor Suresh Vedantham, MD, de la WUSTL. “Lo que sabemos ahora es que podemos evitarle a la mayoría de los pacientes la necesidad de someterse a un tratamiento arriesgado y costoso. Los hallazgos también son interesantes porque existe la sugerencia de que al menos algunos pacientes pueden haberse beneficiado”.
Aproximadamente 300.000 a 600.000 personas en un año, solo en los Estados Unidos, son diagnosticadas con TVP y, a pesar del tratamiento estándar con anticoagulantes, aproximadamente la mitad desarrollará un síndrome post-trombótico, como consecuencia de válvulas venosas dañadas que se vuelven permeables y permiten que el líquido se acumule alrededor de los tobillos. Los síntomas incluyen dolor crónico en la pierna, hinchazón, enrojecimiento y eventualmente úlceras. No hay tratamiento para prevenir esta complicación potencialmente debilitante.