Protocolo facilita evaluación de craneosinostosis metópica
Por el equipo editorial de HospiMedica en español
Actualizado el 21 Nov 2016
Actualizado el 21 Nov 2016
La relación entre la anchura máxima de la cabeza y la distancia intercoronaria podría ayudar en la evaluación clínica de los niños con craneosinostosis metópica, afirma un estudio reciente.
Unos investigadores de la Universidad de Missouri (UM; Columbia, EUA) realizaron un estudio retrospectivo con 104 niños, diagnosticados con craneosinostosis metópica aislada (también conocida como trigonocefalia), un trastorno en el cual se desarrolla una cresta vertical en la frente, debido a la fusión prematura de los huesos frontales del cráneo a lo largo de toda la sutura metópica. Dicha fusión puede hacer que se produzca un aumento de la presión sobre el cerebro y quizás conducir después a trastornos del desarrollo neurológico, problemas del aprendizaje y a una reducción del índice de inteligencia. A todos los niños se les realizó una tomografía computarizada (TC) como parte de su diagnóstico diferencial.
Los recién nacidos fueron divididos en aquellos a quienes se les recomendó una cirugía y otros a quienes se les recomendó una estrecha observación, con base en una evaluación multimodal y multidisciplinaria. Se realizaron comparaciones con un grupo de control, de pacientes no afectados, según el registro de traumatología de la UM. El desarrollo del cráneo fue evaluado mediante el empleo de cinco mediciones estándar del cráneo, ya conocidas; además, los investigadores evaluaron la relación entre la anchura máxima de la cabeza y la distancia intercoronal, la cual expresa qué tan estrecha es la parte frontal del cráneo, en comparación con la parte posterior; cuando dicha relación está por encima de un cierto valor, esta medición muestra que posiblemente sea necesaria una cirugía.
Los resultados mostraron que las medidas de la distancia intercoronal fueron, en promedio, significativamente diferentes entre los tres grupos y que, en cuanto a la relación promedio entre la anchura máxima de la cabeza y la distancia intercoronal de los niños que recibieron la recomendación para una cirugía, esta fue significativamente diferente de la que se obtuvo, tanto para la cohorte bajo observación, como para el grupo de control. Por otra parte, la relación entre la anchura máxima de la cabeza y la distancia intercoronal, no fue diferente para la cohorte de observación, y el grupo de control. El estudio fue publicado en la edición de julio de 2016 de la revista The Cleft Palate–Craniofacial Journal.
“Si bien puede ser que esta no sea una medida adecuada para todos los pacientes con craneosinostosis, en ciertos casos en los cuales la fusión prematura de los huesos frontales no es tan pronunciada, los cirujanos pueden mejorar su trabajo si le agregan, a su evaluación, la relación entre la anchura máxima de la cabeza y la distancia intercoronal”, dijo el autor principal, el profesor Arshad Muzaffar, MD, de la división de cirugía plástica de la Facultad de Medicina de la UM. “Creemos que esta es otra herramienta que puede ayudarles a los centros de tratamiento de todo el país a tomar decisiones acerca de una cirugía, en aquellos casos que no muestran un curso de acción claro”.
La craneosinostosis es un trastorno en el cual una o más de las suturas fibrosas del cráneo de un infante se fusiona antes de tiempo, cambiando de este modo el patrón de crecimiento del cráneo. Los niños que nacen con craneosinostosis tienen una apariencia distintiva, cuyas características son determinadas según cuál sea la sutura en particular que está cerrada. Debido a que el cráneo no puede expandirse en el sentido perpendicular a la sutura fusionada, este se compensa mediante un crecimiento mayor en la dirección paralela a las suturas cerradas, para dar cabida al crecimiento del cerebro. Existen 17 puntos de sutura, la mayoría denominados según los huesos que articulan, pero algunos tienen nombres particulares especiales.
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