Demuestran reducción dramática en mortalidad por cáncer de mama

Por el equipo editorial de HospiMedica en español
Actualizado el 13 Apr 2017
Las mejoras en la detección temprana y el refinamiento de los conceptos de tratamiento han dado como resultado que la tasa de mortalidad por cáncer de mama ha caído en un tercio en los últimos 30 años, dice una nueva revisión.

Según investigadores de la Universidad Médica de Viena y del Hospital General de Viena, el tratamiento del cáncer de mama ha progresado sustancialmente a lo largo de los años con una reducción concomitante en la intensidad de la terapia, con el fin de evitar, que tanto los tratamientos excesivos como los sub-tratamientos nuevos, se conviertan en un foco importante de nuevos conceptos terapéuticos. Los nuevos tratamientos tienden a seguir una intención curativa, y necesitan ser decididos en un ambiente multidisciplinario, teniendo en cuenta el subtipo molecular y la carga tumoral locorregional.

Por lo tanto, la cirugía convencional primaria no es la opción óptima para todos los pacientes, y en los casos de cáncer de mama precoz, triple-negativos y negativos para el receptor hormonal (HER2), la terapia neoadyuvante se ha convertido en una opción comúnmente utilizada. Dependiendo del subtipo de tumor clínico, las opciones terapéuticas fundamentales de tratamiento ahora incluyen terapia endocrina, terapias dirigidas anti-HER2 y quimioterapia. En el cáncer de mama metastásico, los objetivos terapéuticos de las nuevas terapias dirigidas son la prolongación de la supervivencia y el mantenimiento de la calidad de vida, utilizando las terapias endocrinas HER2 para el control de la enfermedad en el largo plazo. La revisión fue presentada en la 15ª Conferencia de Cáncer de Mama St. Gallen, celebrada en marzo de 2017, en Viena (Austria).

“Hoy en día, creemos que solamente es posible el tratamiento exitoso si se adopta un enfoque mucho más interdisciplinario. Podemos proporcionar esto en el centro integral del cáncer de la MedUni Viena y en el Hospital General de Viena, porque hemos combinado todas las disciplinas bajo un mismo techo”, dijo el presentador de la revisión, Michael Gnant, MD, jefe del departamento de cirugía en la MedUni Viena y en el AKH. “Estas disciplinas incluyen la investigación fundamental del cáncer, la participación de las áreas especializadas y la investigación clínica, y esto nos permite mantener colocado nuestro dedo en el pulso del progreso médico”.

“El tratamiento excesivo, a menudo tiene enormes efectos secundarios para los pacientes sin que proporcionen algún tipo de beneficio terapéutico. Por lo tanto, vamos a discutir la cuestión con expertos internacionales para definir la estrategia óptima que se puede usar para el tratamiento del carcinoma ductal in situ”, dijo el presidente de la conferencia, Farid Moinfar, MD, de la Universidad Médica de Graz (Austria). “El objetivo, a largo plazo, es hacer una distinción más exacta entre los casos de carcinoma ductal in situ, con el fin de dividirlos en subtipos biológicos, de modo que podamos filtrar los que no requieren ningún tratamiento adicional después de la cirugía”.

El carcinoma ductal in situ (DCIS) es el tipo más común de cáncer de mama no invasivo, en el que las células anormales están contenidas dentro de los conductos lactíferos. Si el DCIS no se trata, puede convertirse, eventualmente, en cáncer de mama invasivo, que puede extenderse fuera de los conductos en el tejido mamario y, posiblemente, a otras partes del cuerpo. Debido a que el DCIS no puede palparse usualmente como una protuberancia en el seno o como otro cambio en los senos, la mayoría de los casos son diagnosticados después de un cribado de rutina con mamografías o ultrasonido, apareciendo como microcalcificaciones.


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