Relacionan marcapasos post TAVR con mayor riesgo de mortalidad

Por el equipo editorial de HospiMedica en español
Actualizado el 14 Dec 2016
La colocación de un marcapasos permanente (MPP) poco después del reemplazo transcatéter de la válvula aórtica (TAVR), a menudo conduce a peores resultados, según un nuevo estudio.
 
Los investigadores del Sistema de Salud de Reading (West Reading, PA, EUA), la Universidad Thomas Jefferson (TJU, Filadelfia, PA, EUA) y otras instituciones, llevaron a cabo un estudio retrospectivo de cohorte de 9.785 pacientes a quienes les practicaron un TAVR en los Estados Unidos en 229 sitios entre noviembre de 2011 y septiembre de 2014. De estos, 651 necesitaba un marcapasos permanente en un plazo máximo de 30 días después del procedimiento TAVR. Los investigadores luego utilizaron los datos para evaluar la incidencia, los factores predictivos y los resultados clínicos de la colocación de un MPP después de un TAVR.
 
Los resultados mostraron que las necesidades de MPP variaban entre aquellos que recibieron válvulas autoexpandibles (25,1%) frente a los que recibieron válvulas expansoras de balón (4,3%). Los factores predictivos positivos de la colocación de un MPP fueron la edad, un defecto previo de conducción y el uso de una válvula auto-expandible. La colocación de un MPP también se asoció con una estancia hospitalaria mediana más prolongada, una estancia en la unidad de cuidados intensivos (UCI), un aumento de la mortalidad y un compuesto de admisión por mortalidad o insuficiencia cardiaca en un plazo de un año, pero no con solamente el ingreso por insuficiencia cardíaca. El estudio fue publicado en la edición de noviembre de 2016 de la revista JACC: Cardiovascular Interventions.
 
“Mientras que los marcapasos pueden y, de hecho, ayudan a salvar vidas, lo que nuestro estudio muestra es que cuando se colocan máximo un mes después del TAVR, pueden estar asociados con resultados peores, en comparación con aquellos a los que no les colocaron marcapasos”, dijo el autor principal, Opeyemi Fadahunsi, MBBS, MPH, del Sistema de Salud de Reading. “Aunque el TAVR es un gran avance en la atención médica, los cardiólogos necesitan entender mejor cómo prevenir que los pacientes desarrollen problemas de ritmo cardiaco y por qué, los pacientes que necesitan marcapasos después de un TAVR reciente, tienen peores resultados”.
 
El tratamiento percutáneo de la valvulopatía aórtica severa mediante el reemplazo TAVR de una prótesis de válvula aórtica, sin la necesidad de cirugía a corazón abierto o derivación cardiopulmonar, es más rápido y menos invasiva que los procedimientos actuales de corazón abierto. Hasta ahora, el TAVR ha demostrado ser eficaz en pacientes de alto riesgo e inoperables, y pronto podría convertirse en el estándar de atención, incluso en pacientes con riesgo quirúrgico moderado y bajo.


Enlaces relacionados:
 
Reading Health System
Thomas Jefferson University




Últimas Téc. Quirúrgica noticias