Tecnología ayuda a mantener limpias las sondas pleurales

Por el equipo editorial de HospiMedica en español
Actualizado el 08 Sep 2016
Un nuevo sistema limpia de forma proactiva las sondas pleurales y evita la retención de la sangre y los fluidos en la cavidad torácica de los pacientes a quienes se les realiza una cirugía cardiotorácica.
 

Imagen: El sistema con tecnología de limpieza activa (ACT), PleuraFlow (Fotografía cortesía de Clearflow).
El sistema de Tecnología de limpieza activa (ACT) PleuraFlow, se utiliza para mantener la permeabilidad de los sondas pleurales y para reducir la posibilidad de que aparezca el síndrome de la sangre retenida (RBS). El empleo de este sistema está recomendado durante los procedimientos de cirugía cardiotorácica y de manejo del traumatismo torácico. El sistema se compone de un tubo de silicona para el tórax y un aparato de limpieza y emplea la ACT de forma proactiva para eliminar los coágulos que se hayan formado en el interior de los sondas pleurales, con el fin de impedir o minimizar la oclusión de la sonda y para permitir la evacuación de la sangre y el líquido desde el lugar de la operación, después que ha cerrado la herida quirúrgica.
 
El aparato de limpieza consiste en un tubo de guía y un alambre para la limpieza, recubierto con politetrafluoroetileno (PTFE), con un sistema de bucle en su extremo distal, doblado en un ángulo de 105 grados. El aparato de limpieza se introduce en la sonda pleural PleuraFlow mediante un mecanismo de transporte magnético. Cuando sea indicado, el alambre para la limpieza y el bucle se hacen avanzar y retroceder dentro de la sonda pleural para evitar de manera proactiva o romper y eliminar cualquier obstrucción del tubo o los coágulos, manteniendo la permeabilidad del tubo y ayudando a que los fluidos sean desalojados al recipiente de drenaje.
 
Las sondas pleurales PleuraFlow están disponibles en cuatro tamaños estándar. Estas incluyen un sistema 20 Fr con cuatro orificios laterales, diseñados para los lactantes, los preadolescentes, los adolescentes y los pacientes a quienes se les realiza una cirugía cardíaca para trastornos congénitos; otro sistema 20 Fr con 6 orificios laterales para un caudal superior y los tubos 24 Fr y 38 Fr para los pacientes pediátricos más grandes. Cada sonda pleural tiene una longitud de corte de 48,3 cm, con una escala graduada en centímetros desde el ojal distal y una tira de bario para facilitar su visualización en las radiografías. El Sistema PleuraFlow es producido por Clearflow (Anaheim, CA, EUA) y ya ha sido aprobado por la Dirección de Alimentos y Medicamentos de EUA (FDA).
 
“Con frecuencia nos dicen los cirujanos cardíacos pediátricos, los especialistas en cuidados intensivos pediátricos y las enfermeras de las UCI pediátricas que encuentran problemas con la obstrucción de las sondas pleurales con coágulos, después de realizarles una cirugía cardíaca a los niños y que a veces esto se traduce en complicaciones importantes o incluso en consecuencias fatales que se podrían haber evitado”, dijo Paul Molloy, director general de Clearflow. “Las antiguas técnicas que se improvisaban junto a la cama con las sondas pleurales convencionales para exprimir y extraer han demostrado ser ineficaces para impedir que se presenten estos problemas e incluso pueden ser perjudiciales y por lo tanto han sido prohibidas en muchos hospitales”.
 
El RBS es un compuesto de complicaciones relacionadas con el drenaje, que son perjudiciales para la respuesta del paciente después de una cirugía cardiotorácica y que pueden requerir una intervención temprana o posterior, con el fin de remediarlas. Estas complicaciones clínicas tienen consecuencias económicas significativas, como son los mayores costos de la atención para esos pacientes, para los hospitales y para la sociedad en general.

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ClearFlow
 


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