Globos nasales para tratar la otitis media en niños

Por el equipo editorial de HospiMedica en español
Actualizado el 31 Aug 2015
Un estudio reciente sugiere que la insuflación automática de globos nasales en niños pequeños con otitis media con efusión (OME) es eficaz para la limpieza de las efusiones y la mejora de los síntomas.

Unos investigadores de la Universidad de Southampton (Reino Unido) realizaron un estudio aleatorio abierto, pragmático controlado, situado en 43 consultorios familiares del Reino Unido. Unos niños de 4 a 11 años con historia reciente de síntomas en el oído o de OME en uno o ambos oídos, según lo confirmado por la timpanometría, fueron asignados para recibir ya fuera una insuflación automática con un globo nasal tres veces al día durante 1 a 3 meses más la atención habitual o solamente la atención habitual. La eliminación del líquido del oído medio fue evaluada, luego de uno y de tres meses, por expertos para quienes la asignación era anónima.

Imagen: Un niño con el globo nasal de inflado automático (Fotografía cortesía de la Universidad de Southampton).

Los resultados mostraron que de los 320 niños incluidos en el estudio, los que recibieron la insuflación automática tenían más probabilidades que los controles de tener timpanogramas normales luego de uno y de tres meses. El cumplimiento fue alto, de 89 % en un mes y de 80 % a los tres meses. Los investigadores encontraron que la insuflación automática mediante el globo nasal también produjo mayor mejoría de la calidad de vida en lo relacionado con el oído y se presentaron eventos adversos leves, infrecuentes y comparables entre los grupos. El estudio fue publicado el 27 de julio de 2015 en la revista Canadian Medical Association Journal (CMAJ).

“Son muchos los niños con otitis media adhesiva que no reciben ningún tipo de tratamiento. No están lo suficientemente mal como para justificar una operación, pero sí como para afectar su audición y justificar una intervención médica”, dijo el autor principal, Ian Williamson, MD. “Esa presión que se genera en la nariz es suficiente para abrir un tubo que realmente no se está abriendo correctamente. Obliga al aire a ir al oído medio; a continuación, el líquido puede ser drenado”.

La OME se caracteriza por una efusión no purulenta del oído medio que puede ser mucoide o serosa. Los síntomas por lo general implican disminución de la audición o plenitud auditiva, pero por lo general no implican dolor ni fiebre. En los niños, la disminución de la audición generalmente es leve y con frecuencia se detecta únicamente con un audiograma. En general, no es necesaria la atención hospitalaria para la OME a no ser que se sospechen complicaciones que amenacen la estabilidad de la condición del paciente. Se ha sugerido una serie de intervenciones médicas para el tratamiento de la OME, incluyendo una intervención quirúrgica con tubos de compensación de la presión (PET) y la adenoidectomía.

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University of Southampton



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