Nuevo sistema evita segunda cirugía de corazón

Por el equipo editorial de HospiMedica en español
Actualizado el 18 May 2015
Un sistema de sustitución de válvula en válvula en la aorta ayuda a tratar a los pacientes que han recibido previamente un reemplazo con una válvula de tejido aórtico y están necesitando uno nuevo.

La válvula cardíaca artificial CoreValve ahora se puede utilizar en pacientes que necesitan el reemplazo de una válvula de tejido aórtico que ha fallado debido a una estenosis aórtica calcificada nativa grave o al fracaso de una prótesis biológica de la válvula aórtica colocada de forma quirúrgica y que están en alto riesgo de presentar las complicaciones asociadas con una cirugía tradicional de corazón abierto. La CoreValve está hecha de tejido obtenido a partir de corazón de cerdo; para ofrecer soporte, está unida a una estructura metálica, flexible y que se expande por sí sola, hecha de una aleación de níquel y titanio. Para implantar este dispositivo, se lo coloca comprimido al lugar de la implantación mediante un reemplazo de la válvula aórtica transcatéter (TAVR).

El procedimiento consiste en introducir un catéter a través de los vasos sanguíneos hasta llegar a la válvula que ha fallado de tejido aórtico. Se libera entonces desde el extremo del catéter, con lo cual se expande por sí misma y se ancla a la antigua válvula que ha fallado. Una vez que el dispositivo está en su lugar, se abre y se cierra correctamente, se restablece el funcionamiento de la válvula aórtica. El sistema CoreValve, producido por Medtronic (Minneapolis, MN, EUA), fue aprobado por la Dirección de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EUA como válvula de reemplazo para los pacientes que estén libres de infección; no tengan una válvula cardiaca aórtica mecánica y puedan tolerar anticoagulantes.

“El sistema CoreValve ofrece una opción de un tratamiento menos invasivo para un número significativo de pacientes que tienen válvulas de tejido aórtico que han fallado y cuyos equipos médicos determinan que los riesgos asociados con hacer de nuevo una cirugía a corazón abierto son altos o muy altos”, dijo William Maisel, MD, director científico suplente y jefe científico del Centro de la FDA para Dispositivos y Salud Radiológica (CDRH). “Esta aprobación es una importante expansión del uso autorizado de la tecnología de reemplazo de la válvula aórtica vía catéter”.

El reemplazo de la válvula aórtica TAVR, sin la necesidad de una cirugía a corazón abierto o de un bypass cardiopulmonar, es más rápido y menos invasivo que los procedimientos actuales a corazón abierto y hasta ahora ha demostrado ser eficaz para pacientes inoperables y en alto riesgo y pronto podría convertirse en el estándar de atención, incluso para pacientes con riesgo quirúrgico moderado o bajo.


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