La esclerosis múltiple conduce a la venoplastia

Por el equipo editorial de HospiMedica en español
Actualizado el 11 Jul 2013
Los pacientes con esclerosis múltiple (EM) con enfermedad progresiva crónica tienen más probabilidad de buscar el tratamiento controversial de venoplastia cerebroespinal, según nuevo un estudio.

Investigadores de la Universidad de Manitoba (Winnipeg, Canadá) analizaron los datos tempranos de un estudio observacional prospectivo de 716 pacientes con EM en la provincia de Alberta (Canadá), incluyendo 141 que reportaron tener venoplastia. El estudio revisó las características clínicas y demográficas de los pacientes y, a los pacientes que les habían practicado venoplastia se les preguntó acerca de sus experiencias y resultados, pero esos datos no fueron incluidos en el análisis actual. Para referencia adicional, los investigadores extrajeron datos clínicos y demográficos similares recolectados en 2006 de 1.717 pacientes con EM, antes del auge de la venoplastia; las características de los dos grupos fueron casi idénticos.

Los resultados mostraron que los pacientes que reportaron que les habían practicado una venoplastia cerebro espinal para tratar la EM fueron significativamente más propensos a tener formas progresivas de la enfermedad y haber vivido con la EM durante al menos cinco años. Los investigadores también encontraron que en comparación con los pacientes que nunca habían usado medicamentos modificadores de la enfermedad EM, aquellos que las habían tratado en el pasado eran 51% más propensos a que les practicaran el tratamiento de venoplastia. El uso actual de medicamentos modificadores de la enfermedad estuvo igualmente asociado con el tratamiento de venoplastia.

Los investigadores encontraron una tendencia débil hacia una probabilidad más baja de tratamiento de venoplastia en los pacientes con comorbilidades. La depresión fue más común, reportada en 28% de la muestra total; colesterol alto, hipertensión, y migraña fueron cada uno vistos en aproximadamente 15%. Las asociaciones más fuertes con la venoplastia fueron vistas por tipo de EM y duración de la enfermedad, como EM progresiva secundaria, EM progresiva primaria, y duración de la enfermedad. El grado de discapacidad también fue un factor significativo, con cada grado en la escala, Etapas de Discapacidad Determinadas por el Paciente (PDDS) asociado con un aumento de 14% en la probabilidad de venoplastia. El estudio fue presentado durante la reunión conjunta de CMSC-ACTRIMS, realizada durante Mayo-Junio de 2013, en Orlando (CA, EUA).

“Los pacientes en la provincia de Alberta que reportaron que les practicaron venoplastia para tratar la EM tuvieron significativamente más probabilidad de tener formas progresivas de la enfermedad y haber vivido con la EM durante al menos 5 años”, concluyó la autora principal y presentadora del estudio, Ruth Ann Marrie, MD, PhD.

El interés en la venoplastia cerebroespinal explotó después de que un cirujano vascular publicó un reporte describiendo una teoría llamada insuficiencia venosa cerebroespinal crónica (CCSVI) en 2009 que decía que los pacientes con EM tenían obstrucciones en las venas que drenan el cerebro y la médula espinal superior, y que las intervenciones percutáneas para remover los bloqueos podía llevar a un alivio rápido de los síntomas de la EM. La teoría dividió rápidamente a la comunidad EM en escépticos y fieros defensores.

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University of Manitoba



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