Una córnea artificial mejora la visión de los niños

Por el equipo editorial de Hospimedica en Español
Actualizado el 12 Feb 2007
Una córnea artificial ofrece resultados mejores para los niños en quienes los transplantes tradicionales de córnea no funcionan.

Investigadores del Instituto Ocular de la Universidad de Rochester (Rochester, NY, EUA) y un colega de la Universidad Johns Hopkins (Baltimore, MD, EUA) realizaron un estudio en 17 niños que se sometieron a 23 procedimientos de implante de un dispositivo conocido como el Boston Keratoprosthesis. Los pacientes colectivamente habían tenido más de 100 procedimientos quirúrgicos previos, incluyendo 39 transplantes tradicionales de córnea que habían fallado, antes del último implante. Quince de los niños recibieron el dispositivo Boston, mientras que otros dos recibieron un tipo diferente de implante artificial que consecuentemente falló. Los 15 niños que recibieron el implante Boston recuperaron algo de visión, algunas veces notablemente, y ninguno tuvo algún problema o infección con el implante. En los siete casos donde el niño tenía cuatro años o más de edad y podía explicar algún grado de qué tanto podía ver, cada niño pudo al menos ver los dedos sostenidos a la longitud del brazo, y algunos niños mejoraron a visión 20/30. Los resultados fueron presentados durante el encuentro anual de la Academia Americana de Oftalmología, realizado en Las Vegas (NV, EUA) en Diciembre de 2006.

"Finalmente, parecíamos tener un método a mano para mejorar la visión de esos niños, muchos de los cuales han soportado varias cirugías que han fallado”, dijo el autor principal James Aquavella, M.D., un oftalmólogo de la Universidad de Rochester. "Esos son niños, para los cuales, hasta ahora, no había realmente una buena opción. Es hacer esto o no hacer nada”.

El Boston Keratoprosthesis consta de dos partes plásticas que sujetan juntas un injerto corneal; cuando es ensamblado totalmente, tiene la forma de un broche de collar. El dispositivo está hecho de un tipo nuevo de plástico que permite que los nutrientes entren al ojo más rápidamente que los diseños anteriores. El procedimiento más reciente también incluye un lente de contacto grande colocado sobre la córnea para ayudar a protegerlo de la inflamación y la cicatrización. Después del procedimiento los pacientes usan gotas oculares antibióticas cada día por el resto de sus vidas para prevenir la infección.








Enlaces relationados:
University of Rochester Eye Institute
Johns Hopkins University

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