Avance en tecnología de diagnóstico podría hacer que pruebas en el sitio sean ampliamente accesibles
Actualizado el 01 Feb 2024
Las pruebas caseras adquirieron una importancia significativa durante la pandemia de COVID-19, sin embargo, la disponibilidad de pruebas rápidas es limitada y la mayoría de ellas solo pueden conducir un líquido a través de la tira, lo que lleva a una dependencia continua de los diagnósticos de laboratorio centralizados. Ahora se ha logrado un avance significativo en la tecnología de diagnóstico con el desarrollo de un "laboratorio en un chip" que se puede crear mediante impresión 3D en sólo media hora. Esta innovación tiene el potencial de hacer que las pruebas rápidas in situ sean ampliamente accesibles.
Como parte de un estudio reciente, investigadores de la Universidad McGill (Montreal, QC, Canadá) han sido pioneros en el desarrollo de chips capilares, que esencialmente sirven como laboratorios miniaturizados. A diferencia de otros microprocesadores de computadora, estos chips están diseñados para un solo uso y no necesitan una fuente de alimentación externa; funcionan de manera eficiente usando solo una tira de papel. Su funcionalidad se basa en la acción capilar, el proceso natural que permite que el líquido se mueva espontáneamente hacia un material absorbente, como una toalla de papel que absorbe un derrame sobre una mesa. Sorprendentemente, estos chips se pueden adaptar mediante impresión 3D para una variedad de pruebas, incluida la cuantificación de anticuerpos de COVID-19.
Este avance acerca el concepto de diagnóstico doméstico impreso en 3D a la aplicación práctica, aunque aún existen desafíos como obtener aprobaciones regulatorias y asegurar los materiales de prueba necesarios. El equipo de investigación se compromete a mejorar la accesibilidad de esta tecnología, centrándose en adaptarla para su uso con impresoras 3D más asequibles. La innovación tiene como objetivo acelerar los procesos de diagnóstico, mejorar la atención al paciente y marcar el comienzo de una nueva era de opciones de pruebas convenientes y accesibles.
“Los diagnósticos tradicionales requieren periféricos, mientras que el nuestro puede eludirlos. Nuestros diagnósticos son un poco lo que el teléfono celular fue para las computadoras de escritorio tradicionales que requerían un monitor, un teclado y una fuente de alimentación separados para funcionar”, explicó el profesor David Juncker, presidente del Departamento de Ingeniería Biomédica de McGill y autor principal del estudio. “Este avance tiene la capacidad de permitir a individuos, investigadores e industrias explorar nuevas posibilidades y aplicaciones de una manera más rentable y fácil de usar. Esta innovación también tiene el potencial de empoderar a los profesionales de la salud con la capacidad de crear rápidamente soluciones personalizadas para necesidades específicas directamente en el punto de atención”.
Enlaces relacionados:
Universidad McGill