Nueva técnica de imagenología mide el daño del infarto

Un estudio compara la seguridad de una técnica nueva, la ecocardiografía de contraste miocárdico (ECM), con la prueba estándar de referencia, la ecocardiografía con dobutamina a dosis baja (EDDB), para evaluar el daño causado por un ataque cardiaco. El estudio fue publicado en la edición de Septiembre de 2002 de la revista "Journal of the American College of Cardiology”.

La ECM usa el ultrasonido cardiaco y una inyección de micro-burbujas que actúan como rastreadores de los eritrocitos. Las regiones cardiacas que están dañadas irreversiblemente no muestran efecto de contraste, mientras que las áreas que recobrarán la función son realzadas por el contraste. Los resultados del estudio mostraron que para cada medida de utilidad diagnóstica (sensibilidad, especificidad, valores predictivos positivos y negativos) la ECM se desempeñó al menos tan bien como la EDDB, con la ECM mostrando una sensibilidad más alta. Cuando los resultados de ambas técnicas estuvieron de acuerdo, lo que sucedió en 74% de los segmentos cardiacos estudiados, esos resultados realzaron luego la precisión del diagnóstico total.

Aunque están disponibles otras técnicas para evaluar la viabilidad miocárdica, los investigadores dicen que creen que la ECM o la EDDB o una combinación de las dos, serán preferidas en la mayoría de los hospitales por su alta precisión diagnóstica, disponibilidad de ampliación, facilidad de transporte, ausencia de exposición a la radiación, y costo relativamente bajo.

"La técnica de referencia estándar EDDB consume tiempo y es de interpretación difícil”, dijo Michael L. Main, M.D., autor principal del estudio, del Instituto del Corazón Mid America en el Hospital San Lucas (Kansas City, MO, EUA). "Adicionalmente, no se puede la realizar la EDDB en pacientes que ya estén recibiendo soporte inotrópico o que presenten arritmias ventriculares complejas. En cambio, los estudios de ECM pueden ser realizados fácil y seguramente al lado de la cama en pacientes críticamente enfermos para determinar si el músculo cardiaco recobrará, o no, la función.”






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