La resonancia magnética (RM) muestra con precisión el estado de la pared cardíaca
Por el equipo editorial de Hospimedica en Español
Actualizado el 28 Jan 2002
La resonancia magnética con realce de contraste retrasado puede proporcionar una valoración de la pared cardíaca que es críticamente importante en la toma de las decisiones terapéuticas, según un informe científico presentado por Peter Hunold, M.D., de Essen (Alemania) en el encuentro anual de la Sociedad Norteamericana de Radiología (RSNA) en Chicago (IL, EUA).Actualizado el 28 Jan 2002
En particular,” anotó el Dr. Hunold, "la viabilidad miocárdica determina el resultado de la revascularización coronaria en la enfermedad arterial coronaria, y se ha mostrado que la resonancia magnética distingue entre un miocardio lesionado irreversiblemente y uno viable.” Además, en contraste con la tomografía de emisión positiva (TEP), la RM ofrece una resolución espacial mayor que puede distinguir entre los infartos transmurales y los subendocardiales.
Los investigadores realizaron la RM de contraste y la TEP (usando 18F-fluorodeoxiglucosa) en 29 pacientes con enfermedad arterial coronaria oclusiva documentada angiográficamente y función ventricular izquierda alterada. Los estudios fueron completados antes de que la cirugía arterial coronaria fuera realizada. Las imágenes de RM del ventrículo izquierdo fueron tomadas después de la inyección intravenosa de gadolinium-DTPA para detectar "el realce retrasado”. Una secuencia de recuperación inversa segmentada TurboFLASH proporcionó cortes continuos "short-axis” de 9 mm así como vistas de dos y cuatro cavidades. La intensidad de la señal fue graduada como ausente, subendocardial, o transmural.
A las imágenes de RM y TEP se les dio un puntaje separadamente en forma ciega en más de 2,200 segmentos miocárdicos. Comparado con la TEP, el realce tardío en las imágenes de RM como un signo de daño miocárdico irreversible tuvo una sensibilidad del 84%, con una especificidad del 76%. La TEP demostró también el segmento miocárdico infartado pero no pudo distinguir entre daño subendocardial o transmural, como lo hizo la RM. El Dr. Hunold concluyó que las discrepancias entre los dos sistemas corresponden principalmente a la cicatriz subendocárdica, la cual fue vista solamente en el estudio de RM, y que los hallazgos cuestionan si la TEP debe permanecer como el "estándar de oro” para identificar la viabilidad miocárdica.