Ablación con radiofrecuencia beneficia a algunos pacientes con cáncer de pulmón
Por el equipo editorial de Hospimedica en Español
Actualizado el 19 Dec 2001
Los resultados preliminares de un estudio sugieren que la ablación con radiofrecuencia (RFA, por su sigla en inglés) dirigida por tomografía computarizada (TC) puede ser una manera eficaz de tratar a los pacientes con cáncer de pulmón de células no pequeñas (NSCLC, por su sigla en inglés) cuyos tumores no son resecables. El estudio fue publicado en un trabajo científico presentado por Patrick E. Sewell, Jr. , M.D., del Centro Médico de la Universidad de Mississippi (Jackson, EUA), durante la reunión anual de la Sociedad Norteamericana de Radiología (RSNA) en Chicago (IL, EUA). Actualizado el 19 Dec 2001
El estudio incluyó 29 pacientes con NSCLC no resecable, la mayoría con carcinoma escamoso o adenocarcinoma. Más de la mitad (56%) tenían enfermedad en estadío IA o IB y otro 20% tenía cáncer en estadío IIIB. La anestesia general fue dada al 86% de los pacientes, pero un 14% recibió el procedimiento mientras que estaban sedados pero conscientes. Los médicos colocaron un electrodo de aguja LeVeen en el tumor guiados por la TC. La energía de radiofrecuencia entonces fue aplicada a un límite de la impedancia completa del sistema, basado en un algoritmo que clasificó los tumores como parenquimales (59%), localizados en la pleura (26%), o hilar/mediastinal (el 15%). Después del tratamiento, los pacientes tuvieron un seguimiento regular con estudios de tórax por TC.
A excepción de dos lesiones que tuvieron que ser tratadas nuevamente, todas las lesiones térmicas disminuyeron progresivamente de tamaño, mostrando que solamente permanecía el tejido muerto. A los tres meses, 23 de los 29 pacientes estaban vivos sin evidencia de recurrencia. Nueve muertes ocurrieron después del procedimiento pero ninguna fue causada por la progresión del cáncer en los pulmones. Después de un seguimiento promedio de 13 meses, 20 de los 29 pacientes estaban vivos, 19 de ellos sin ninguna evidencia del cáncer viable en el sitio del tratamiento. La única complicación mayor fue la hemorragia parenquimal en un paciente con enfermedad ateroesclerótica coronaria y cerebral marcada. Casi la mitad de los pacientes desarrolló el pneumotórax pero fue evacuado puntualmente y solamente 15% requirió de un tubo torácico. La efusión pleural complicó el 15% de los procedimientos y estuvo ligada al tamaño de la lesión y al tiempo de tratamiento.
El Dr. Sewell concluyó que la RFA es un procedimiento seguro con menos morbilidad y mortalidad y proporciona una necrosis confiable y reproducible de los NSCLC. "Para los tumores en estadío IA y 1B, los resultados preliminares sugieren que éste puede ser un substituto excelente para los pacientes que no pueden someterse a la resección quirúrgica tradicional”.
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Univ of Mississippi