El nacimiento vaginal aumenta el riesgo de hemorragia en los recién nacidos

Por el equipo editorial de Hospimedica en Español
Actualizado el 21 Mar 2007
Los primeros investigadores en usar resonancia magnética (RM) para evaluar los cerebros de un grupo grande de bebés al poco tiempo de nacer, descubrieron una cantidad pequeña de sangrado en y alrededor de los cerebros de uno en cuatro bebés, que nacieron por vía vaginal.

"Las hemorragias pequeñas en y alrededor del cerebro son muy comunes en los bebés que nacen vaginalmente, dijo John H. Gilmore, M.D., profesor de psiquiatría y subdirector de investigación y asuntos científicos de la Escuela de Medicina de la Universidad de Carolina del Norte (Chapel Hill; NC, EUA). "Parece que un nacimiento vaginal normal puede causar esos pequeños sangrados”.

Para el estudio, publicado en la edición de Febrero de 2007 de la revista "Radiology”, 88 bebés asintomáticos, divididos igualmente entre hombres y mujeres, fueron examinados con RM entre las edades de una a cinco semanas. Sesenta y cinco habían nacido por vía vaginal y 23 habían nacido por cesárea. Las imágenes de RM mostraron que 17 (26%) de los bebés que habían nacido vaginalmente tenían hemorragias intracranealas (HIC), o sangrados pequeños en y alrededor del cerebro. Siete bebés tuvieron dos o más tipos de HIC. Estudios anteriores han mostrado una incidencia más pequeña—aproximadamente 10%--de la hemorragia intracraneala asociada con el nacimiento vaginal.

A pesar de que la HIC estuvo asociada significativamente con el nacimiento vaginal, no dependía de la duración prolongada del trabajo de parto o del nacimiento vaginal traumático o asistido. "En nuestro estudio, ni el tamaño del bebé o la cabeza del bebé, la duración del trabajo de parto, ni el uso de vacío o fórceps para ayudar al nacimiento causaron los sangrados”, dijo el Dr. Gilmore. "Los sangrados son probablemente causados por la presión sobre el cráneo durante el parto”.

En un recién nacido, los huesos del cráneo todavía no se han fusionado y por lo tanto los huesos del cráneo pueden cambiar y con frecuencia sobreponerse uno sobre el otro durante el nacimiento vaginal, para permitir que la cabeza del bebé se acomode al canal del nacimiento.

La mayoría de las HICs identificadas eran hematomas subdurales muy pequeños (sangrado entre el cerebro y la membrana gruesa que cubre el cerebro por debajo del cráneo) y la mayoría de ellos estaban localizados en la parte trasera, inferior del cerebro sobre el lóbulo occipital o el cerebelo, que está debajo del lóbulo occipital.

Típicamente, los sangrados pequeños se resuelven con el tiempo sin causar problemas, aunque algunos más grandes pueden causar problemas tardíos en la vida del niño, incluyendo convulsiones, problemas sutiles de aprendizaje, o problemas en el desarrollo motor.

Se deben realizar estudios adicionales para evaluar los efectos a largo plazo de HIC en bebés, pero el Dr. Gilmore expresó que los padres no deben descartar el nacimiento vaginal debido a esos hallazgos.





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University of North Carolina School of Medicine

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