Examen rápido de TC detecta flujo sanguíneo bajo

Por el equipo editorial de Hospimedica en Español
Actualizado el 21 Dec 2006
Trabajando con perros y usando lo último en software y métodos de imagenología, también conocido como un escáner de tomografía computarizada (TC) de 64 cortes, los cardiólogos han desarrollado un medio rápido y preciso para monitorizar la sangre que se ha vuelto lenta por el angostamiento de las arterias coronarias.

Los investigadores informaron que fue necesario menos de la mitad del tiempo de las pruebas de esfuerzo y ecocardiogramas usadas actualmente para encontrar signos tempranos de los vasos con más probabilidad de bloquearse y causar infarto.

Los investigadores, de la Escuela de Medicina de la Universidad Johns Hopkins (Baltimore, MD, EUA), presentaron sus hallazgos preliminares el 12 de Noviembre de 2006 durante las Sesiones Científicas anuales de la Asociación Americana de Cardiología en Chicago (IL, EUA). La técnica Hopkins, en la que a los pacientes se les da una droga para forzar su corazón durante el examen, es ahora una prueba clínica en progreso. Los resultados de un ensayo de 60 pacientes se esperan en un año.

Si los ensayos humanos prueban ser igual de exitosos, el investigador principal Albert C. Lardo, Ph.D., un profesor asistente de la Escuela de Medicina de la Universidad Johns Hopkins y su Instituto Cardiológico, declaró que el nuevo escáner "puede cambiar dramáticamente la manera en que diagnosticamos la enfermedad coronaria en los pacientes con síntomas iniciales de dolor torácico, suministrando un método seguro, no invasivo y rápido para detectar los problemas de flujo sanguíneo en el tejido cardiaco.

"Debido a que toma menos de 15 minutos para realizar y no requiere que los pacientes sean estabilizados delante del explorador, puede reemplazar a la mayoría de otras pruebas largas que ayudan a encontrar bloqueos, incluyendo no solo pruebas de esfuerzo y ecocardiogramas, sino también la topografía de electrones y positrones o resonancia magnética”, comentó el Dr. Lardo.

Según el Dr. Lardo, el flujo sanguíneo en esos vasos minúsculos puede ser detectado fácilmente por modalidades de alta resolución incluyendo escáneres TC-64. El dispositivo produce imágenes diagnósticas tridimensionales (3D) precisas en cinco a 10 segundos pasando rápidamente rayos X a través del cuerpo. Las señales digitalizadas resultantes, llamados cortes (y hay 64), son luego reconstruidas por un computador y usadas para construir una imagen en 3D del corazón. La imagen es tan buena, declaran los investigadores, que disminuye la necesidad de procedimientos invasivos más riesgosos, como angiogramas o cateterización cardiaca, para buscar bloqueos arteriales.

Se les hizo cirugía a seis perros para colocar una pinza de compresión alrededor de una arteria principal, cortando a la mitad el flujo sanguíneo al corazón. Después de la cirugía, a los perros se les inyectó la droga adenosina para acelerar su latido cardiaco y maximizar la circulación. La dosis, anotaron los investigadores, fue la misma usada típicamente en humanos para las pruebas de esfuerzo de rutina: 140 microgramos por kilogramo por minuto, durante cinco minutos.

Cuando está forzado a bombear más rápido, el tejido cardiaco sano y los vasos sanguíneos circundantes se adaptarán, mientras que los no sanos, bloqueados, pasarán la sangre más lentamente. Esos cambios no son generalmente perceptibles al ojo humano desde las imágenes escaneadas pero pueden ser detectadas y cuantificadas con TC y análisis de computador.

Después de ser inyectado, a cada uno de los perros se les hizo un examen de TC-64 de su corazón y después se les practicó la prueba estándar para el flujo sanguíneo con cuentas químicas. Las cuentas de apenas 20 micras en diámetro y llamadas microesferas, fueron inyectadas en el torrente sanguíneo del animal. Sin embargo, calcular el flujo sanguíneo de las imágenes TC escaneadas en 3D fue más complejo.

Cuando los investigadores compararon las mediciones de deconvolución con esas derivadas de las microesferas, encontraron que las dos eran casi idénticas, con valores-R estadísticos de 0.93-0.96, y con 1.0 significando una concordancia exacta. Ciertamente, los flujos sanguíneos variaron de 0.3 mm/g de tejido cardiaco por minuto a 8 mm/g por minuto.




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Johns Hopkins University School of Medicine

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