La fRM predice la efectividad de la terapia antidepresiva
Por el equipo editorial de Hospimedica en Español
Actualizado el 08 Aug 2006
Se puede pronosticar la posibilidad de que la terapia de comportamiento cognoscitivo ayude o no, a un individuo, a recobrarse de la depresión mediante un medio de imagenología cerebral, según hallazgos de investigación. Actualizado el 08 Aug 2006
El estudio, realizado por investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Pittsburg (PA, EUA), fue publicado en la edición de Abril de 2006 de la revista "American Journal of Psychiatry”, la publicación oficial de la Asociación Americana de Psiquiatría.
De aquellos que buscan tratamiento para la depresión, solo el 40-60% responderá a cualquier tratamiento de primera línea, ya sea con drogas o terapia. Sin embargo, los investigadores han descubierto que la mayoría de los individuos finalmente responderán una vez encuentren el tratamiento correcto. Poder predecir quien responderá a la TCC, y quien no lo hará, podría ser una herramienta efectiva para tratar la depresión.
"Para la depresión, no hay una simple medicación o terapia que se haya encontrado trabaje como un tratamiento primario para la mayoría de los pacientes”, dijo Greg J. Siegle, Ph.D., profesor asistente de psiquiatría de la Escuela Médica de la Universidad de Pittsburg. "Encontramos que las personas con depresión que tienen actividad incrementada en un área del cerebro y actividad disminuida en otra en respuesta a estímulos emocionales tienen más probabilidad de responder a un tratamiento específico –terapia cognoscitiva. Si este hallazgo se confirma, podemos predecir qué terapias serán más efectivas para los pacientes individuales usando tecnología de imagenología”.
El estudio utilizó exámenes de resonancia magnética funcional (fRM) para encontrar cuáles áreas del cerebro estaban activas o inactivas cuando se exponían a estímulos negativos. Mientras 14 participantes no medicados con depresión y 21 sujetos controles que nunca habían reportado síntomas de depresión eran sometidos a fRM, les dijeron palabras emotivas y se les preguntó si aquellas palabras aplicaban para ellos. Los participantes con depresión completaron posteriormente 16 sesiones de TCC en un plazo de12 semanas con como parte de un ensayo clínico más grande.
Los investigadores descubrieron que en comparación con los controles, nueve de los participantes con depresión tenían disminuida la actividad en una región del cerebro llamada corteza cingulada subgenual después de leer palabras negativas. De esos nueve, siete se recuperaron de sus síntomas depresivos después de la TCC. Solamente uno de los participantes con depresión recuperada después de la TCC no demostró actividad disminuida en la corteza cingulada subgenual. La mejor recuperación estuvo asociada con actividad incrementada después de la lectura de las palabras negativas en una región cerebral llamada la amígdala.
Enlaces relationados:
University of Pittsburgh School of Medicine