La fRM monitorea la terapia de células madre
Por el equipo editorial de Hospimedica en Español
Actualizado el 06 Apr 2005
Científicos suecos están utilizando por primera vez la resonancia magnética funcional (fRM) para visualizar la recuperación de la función sensorial después de lesión de la columna. Esta modalidad puede ser usada para comparar los resultados de estudios animales y humanos si, y cuando, las terapias nuevas para el tratamiento de lesión de la columna puedan ser evaluadas en los pacientes. Actualizado el 06 Apr 2005
Los investigadores suecos han mostrado cómo el transplante de células madre mejora la recuperación de la lesión de columna. Sin embargo, también se puede desarrollar un problema doloroso, el cual puede ser prevenido si las células madre son combinadas con un gen específico que controla su proceso de maduración. Los hallazgos de este estudio son significativos para la planeación de los ensayos de terapia de células madre en los pacientes con lesiones de columna.
En un estudio de seguimiento, los investigadores del Instituto Karolinska (Estocolmo, Suecia; www.neuro.ki.se), introdujeron un cierto gen, neurogenina-2, en las células madre mientras que se estaban desarrollando en cultivo. Cuando las células madre conteniendo este gen fueron transplantadas en la médula espinal lesionada, los síntomas de dolor agudo no aparecieron mientras que si se mejoró la función motora. La función sensorial por debajo de la lesión también mejoró de manera significativa.
Se creyó que la sensibilidad al dolor es el resultado del hecho de que muchas células madre se convertían en astrocitos, un tipo de célula gigante que promueve el crecimiento de los axones del dolor en la médula espinal produciendo compuestos que disparan el desarrollo neuronal. Los investigadores descubrieron que la presencia de neurogenina-2, un factor de transcripción que controla la actividad de otros genes durante el proceso de maduración de las células madre, inhibía el desarrollo de los astrocitos y disparaba la formación de oligodendrocitos, otra clase de célula gigante que forma los sellos de mielina grasa alrededor de los axones.
El número pequeño de astrocitos que se desarrollaron de las células madre con neurogenina-2 correspondó con la ausencia de crecimiento de los axones del dolor. El número más grande de oligodendrocitos generados por las células madre con neurogenina-2 correspondió también a una cantidad mayor de material blanco, como las fibras nerviosas recubiertas de mielina en la región lesionada.
Enlaces relationados:
Karolinska Institute