La RM y el ultrasonido de la arteria carótida muestran el riesgo cardiaco
Por el equipo editorial de Hospimedica en Español
Actualizado el 10 Dec 2004
Según un estudio nuevo, el ultrasonido (US) y la resonancia magnética de la arteria carótida, para evaluar la función cardiaca, pueden mejorar la identificación de personas con mayor riesgo de desarrollar falla cardiaca.Actualizado el 10 Dec 2004
El ultrasonido es muy exitosos para detectar los signos tempranos de ateroesclerosis, el endurecimiento y estrechamiento de las arterias, incluyendo la carótida, lo cual es un buen indicador para identificar a los individuos con riesgo de desarrollar falla cardiaca de manera temprana, según los investigadores en la Universidad Johns Hopkins (Baltimore, MD, EUA).
"Entre más temprano sepamos que hay un problema, más rápidamente podemos tomar acciones correctivas, incluyendo la terapia con drogas y modificaciones de los factores de riesgo del estilo de vida, como reducir la presión sanguínea, hacer más ejercicio y ajustar la dieta para cambiar los niveles de colesterol. Aunque es muy temprano para sugerir que la asociación entre el grosor de las arterias y los cambios en la función cardiaca predicen el desarrollo de falla cardiaca, podemos decir que la conexión si mejora nuestra capacidad de detectar la enfermedad en personas que no muestran síntomas”, dijo Verónica Fernández, M.D., una investigadora en cardiología, en Johns Hopkins.
Los investigadores en Johns Hopkins usaron el US para medir el espesor de la pared de la arteria carótida en 500 mujeres y hombres entre 45 y 84 años, sin síntomas previos de enfermedad cardiaca. Los científicos descubrieron una correlación directa entre el espesor incrementado de la pared y el debilitamiento de la función cardiaca. Cuando usaron la RM para medir la fuerza de la contracción cardiaca, conocida como la tensión y la tasa de tensión, encontraron que los individuos con un espesor en la pared de la carótida de menos de 0,76 mm tenían una función cardiaca mejor que los individuos con paredes de más de 0,93 mm, los cuales tenían una función cardiaca disminuida.
Estos resultados provinieron de datos iniciales del Estudio Multi-Etnico de Ateroesclerosis (MESA), un estudio de 10 años que comenzó en 2000, y que está rastreando la salud cardiaca de aproximadamente 7.000 hombres y mujeres con el fin de ver si desarrollaban ateroesclerosis.
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Johns Hopkins University