Nuevas guías mejoran significativamente el cuidado del paciente con infarto
Por el equipo editorial de Hospimedica en Español
Actualizado el 05 May 2003
Un estudio que se está realizando en 33 hospitales estadounidenses muestra que incorporando un sistema de tratamientos, pruebas, asesoría sobre cambios en el estilo de vida, y listas de control, los médicos pueden ayudar a los pacientes con infarto a vivir más tiempo y en forma más sana. El concepto nuevo también se está ensayando en Europa. Los resultados del estudio fueron presentados durante el encuentro anual del Colegio Americano de Cardiología (CAC) en Chicago (IL, EUA).Actualizado el 05 May 2003
Los resultados vienen de la última fase de un estudio llamado AMI GAP (Lineamientos de Infarto de Miocardio Agudo Aplicados a la Práctica). Los lineamientos fueron desarrollados por el CAC y la Asociación Americana de Cardiología, con base en la mejor evidencia disponible sobre cuales drogas, pruebas, y cambios en el estilo de vida como la modificación de la dieta y dejar de fumar, funcionan mejor para los pacientes para prevenir complicaciones y recurrencias. A todos los hospitales en el estudio se les ofreció un estuche de herramientas de recordatorios, listas de control, etiquetas, órdenes estándar, tarjetas de referencia, y materiales educativos para hacerle más fácil a los médicos, las enfermeras, y los pacientes que siguieran los lineamientos.
La ganancia más grande estuvo en la asesoría sobre dieta y para dejar de fumar, y en las recetas de las drogas reductoras del colesterol. Ganancias más pequeñas pero impresionantes también se vieron en el uso temprano de la aspirina y los beta bloqueadores y las formulaciones de inhibidores de la ACE (enzima convertidora de angiotensina). Con base en el éxito de las guías, se han empezado programas GAP similares en otros hospitales. Hospitales en Italia han iniciado un proyecto GAP, y otro esfuerzo se planea en España.
"Todas son terapias probadas, que a pesar de no estar indicadas para cada paciente en particular, han mostrado reducir el riesgo de muerte, ataques cardiacos adicionales, y otras complicaciones en la inmensa mayoría de pacientes que las reciben”, dijo el líder del estudio Kim A. Eagle, M.D., profesor de medicina interna y jefe de cardiología clínica en el Sistema de Salud de la Universidad de Michigan (Ann Arbor, EUA). "Aun cuando sabemos que funciona, no ha sido fácil estar seguros de que ese conocimiento beneficia a cada paciente. Este estudió busca cerrar la brecha entre lo que los expertos recomiendan y lo que el paciente recibe”.
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U. of Michigan