La aspirina y la warfarina son igualmente efectivas contra la apoplejía
Por el equipo editorial de Hospimedica en Español
Actualizado el 19 Nov 2001
Un estudio ha encontrado que la aspirina trabaja tan bien como la warfarina para prevenir las apoplejías recurrentes en la mayoría de los pacientes. El estudio, patrocinado por el Instituto Nacional de Desórdenes Neurológicos y de Apoplejía (NINDS, por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos, fue publicado en la edición del 15 de Noviembre del 2001, de The New England Journal of Medicine. Actualizado el 19 Nov 2001
El estudio, un ensayo clínico aleatorio, doble ciego, de siete años que incluyó 2.206 pacientes en 48 centros participantes, fue el ensayo más grande hasta la fecha para comparar la aspirina con la warfarina en la prevención de la apoplejía recurrente. Ambas drogas retardan la coagulación de la sangre, y los coágulos de la sangre están involucrados en las etapas finales del tipo más común de apoplejía debida a la obstrucción de los vasos que proveen sangre rica en oxígeno al cerebro. La aspirina afecta las plaquetas sanguíneas, mientras que la warfarina inhibe las proteínas de coagulación que circulan en la sangre.
La aspirina ha sido utilizada por más de 100 años, pero su efecto benéfico para prevenir la apoplejía y el infarto solamente se empezó a reconocer en los años 70s. Estudios anteriores mostraron que el uso de la aspirina reduce la apoplejía recurrente aproximadamente en un 25 %. Un ensayo anterior reveló una ventaja clara de la warfarina sobre la aspirina en la prevención de la apoplejía recurrente en pacientes cuya apoplejía estaba relacionada con la fibrilación auricular (AF), que ocurre en alrededor del 15 % de los pacientes con apoplejía.
Los investigadores usaron una dosis de aspirina de 325 mg/día y una dosis de warfarina adaptada específicamente a cada paciente en forma individual. El estudio excluyó a los pacientes con fibrilación auricular, a los que tenían un coágulo sanguíneo en el corazón, y a los elegibles para cirugía de endarteroctomía carótidea. Varios subconjuntos de pacientes parecieron mostrar ventajas leves para una de las dos terapias, pero ninguno de los tratamientos mostró una diferencia mayor de la esperada para una sola opción. Al final, no hubo diferencias significativas entre las dos drogas.
"Este ensayo clínico definitivamente imparcial científicamente, proporciona información importante en la lucha contra la apoplejía,” dijo John R. Marler, M.D., director asociado para ensayos clínicos para el NINDS. "Apoya el uso extenso de la aspirina y de otras drogas antiplaquetarias, pero demuestra una alternativa igualmente eficaz, apropiada para los pacientes seleccionados.”
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