Asocian niveles bajos de vitamina D con enfermedad cardiaca
Por el equipo editorial de HospiMedica en español
Actualizado el 29 Dec 2008
Un artículo reciente de revisión resumió los datos experimentales que asocian los niveles bajos de vitamina D con los incrementos en la incidencia y severidad de la enfermedad cardiaca.Actualizado el 29 Dec 2008
Las tasas más bajas de enfermedad cardiaca en el mundo desarrollado se encuentran en los países con mucho sol, a lo largo de la costa mediterránea y en los países de Europa del Sur a diferencia de los del Norte. Se ha reportado que la muerte cardiaca aumenta durante los meses de invierno y también el incremento en 30% a 50% de la morbilidad cardiovascular y la mortalidad asociada con una reducción en la exposición al sol por cambios en las estaciones, o la latitud.
La acumulación de información anecdótica asociando la enfermedad cardiaca con la vitamina D, colocó el escenario para una revisión formal de datos experimentales obtenidos de un número grande de estudios relevantes.
Los autores en la Universidad de Loyola (Chicago, IL, EUA), usaron el término "hipovitaminosis D” para referirse a los niveles más bajos de lo normal de vitamina D. Escribieron en la edición de Septiembre 2008 de la revista Circulation que la hipovitaminosis D se origina, en parte, por permanecer mucho tiempo encerrado y evitar concientemente la luz del sol, y que la dieta únicamente no es suficiente para manejar los niveles de vitamina D. Este fenómeno coincide con el descubrimiento de la presencia de receptores abundantes para la vitamina D en el tejido miocárdico y la vasculatura y la observación de que la hipertensión se puede mejorar con vitamina D. "La deficiencia crónica de vitamina D puede ser el culpable de la enfermedad cardiaca, la hipertensión y el síndrome metabólico”, dijo la autora contribuyente, la Dra. Sue Penckofer, profesora de enfermería en la Universidad de Loyola. "La mayoría de los médicos no buscan la deficiencia de vitamina. Sin embargo, muchos expertos estarían de acuerdo en que a los adultos con riesgo de enfermedad cardiaca, que experimentan fatiga, dolor articular o depresión, se les deberían medir los niveles de vitamina D”.
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Loyola University