“Marcapasos cerebrales” personalizados podrían ayudar a pacientes con epilepsia de difícil tratamiento
Actualizado el 30 Oct 2025
La epilepsia afecta a más de 50 millones de personas en todo el mundo, y casi un tercio de ellas no responde a los medicamentos disponibles. En muchos pacientes, las crisis epilépticas se originan en áreas del cerebro responsables de funciones esenciales como el movimiento, el habla o la visión, lo que imposibilita la extirpación quirúrgica. Los dispositivos de estimulación cerebral actuales solo han ofrecido un alivio limitado. Ahora, una terapia personalizada de estimulación cerebral profunda (ECP), que se adapta a la conectividad única del cerebro de cada paciente ofrece una nueva esperanza para quienes padecen epilepsia resistente al tratamiento.
La investigación realizada por un equipo multidisciplinario compuesto por médicos, neurocientíficos y bioingenieros de la Universidad de Pittsburgh (Pittsburgh, PA, EUA) y UPMC (Pittsburgh, PA, EUA) marca un avance importante en el desarrollo de terapias de neuroestimulación individualizadas para pacientes con epilepsia que no son candidatos para medicamentos o cirugía.
A diferencia de los sistemas de ECP aprobados por la FDA que estimulan solo una parte del tálamo (el núcleo anterior), esta nueva técnica identifica y actúa sobre el área exacta del tálamo con mayor conexión a las zonas de la corteza cerebral del paciente donde se originan las crisis epilépticas. Los investigadores lograron esta precisión combinando técnicas avanzadas de imagen con registros intracraneales para mapear las vías de comunicación cerebral con un detalle sin precedentes.
El equipo analizó datos de 41 pacientes con epilepsia resistente a los fármacos, creando mapas detallados de conectividad entre las regiones corticales propensas a las crisis y las diferentes áreas talámicas. Cuando los investigadores aplicaron estimulación eléctrica en la región del tálamo más estrechamente vinculada con la actividad cortical asociada a las crisis, los pacientes experimentaron una reducción significativa de las convulsiones. Aquellos que recibieron implantes a largo plazo mostraron una disminución promedio en la frecuencia de las crisis de casi un 90 %, y algunos permanecieron libres de convulsiones durante períodos prolongados.
Este estudio, publicado en Nature Communications, fue uno de los primeros en integrar la estimulación eléctrica, las imágenes cerebrales y la evaluación clínica en un mismo grupo de pacientes. Demostró que la estimulación dirigida de manera personalizada a las redes cerebrales puede transformar los resultados de la ECP en comparación con la estimulación tradicional de tipo uniforme. Además de la epilepsia, los investigadores creen que este enfoque de ECP específico para cada paciente podría aplicarse a otras afecciones neurológicas y psiquiátricas, como la depresión, la adicción y la recuperación tras un ictus.
“Este es un paso importante para lograr que la estimulación cerebral sea más efectiva para las personas con epilepsia resistente al tratamiento”, dijo la autora principal, Arianna Damiani, M.Sc. “Esto no es solo un tratamiento, este es su tratamiento”.
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Universidad de Pittsburgh
UPMC