Perlas microscópicas radiactivas podrían tratar a pacientes con cáncer de riñón

Por el equipo editorial de HospiMedica en español
Actualizado el 08 Oct 2025

El cáncer de riñón se produce cuando las células renales se vuelven malignas y comienzan a crecer de forma descontrolada, lo que a menudo limita las opciones de tratamiento cuando la cirugía no es viable. Muchos pacientes no son candidatos a cirugía debido a su edad avanzada o a problemas de salud subyacentes, y la enfermedad suele mostrar resistencia a la quimioterapia y a la radioterapia convencional. Ahora, los investigadores están probando un nuevo enfoque que administra radiación dirigida de forma interna, con el potencial de mejorar los resultados en pacientes con pocas alternativas terapéuticas.

Investigadores del Instituto de Investigación del Centro de Ciencias de la Salud de London (LHSCRI, London, Ontario, Canadá) han iniciado un ensayo clínico de fase II con microesferas radiactivas insertadas directamente en los vasos sanguíneos que irrigan los tumores renales. El tratamiento emplea microesferas de vidrio TheraSphere, diminutas esferas de vidrio que contienen itrio (Y-90) radiactivo, para administrar radiación interna concentrada a los tejidos cancerosos. Este método ataca los tumores desde el interior del cuerpo, minimizando el daño a los órganos circundantes y preservando la función renal.


Imagen: Dr. Derek Cool demuestra el equipo utilizado para administrar microesferas radiactivas para tratar a pacientes con cáncer de riñón (foto cortesía de LHSC)

El estudio de fase II incluirá hasta 16 pacientes con cáncer renal localizado que no son aptos para cirugía. El ensayo analizará la respuesta tumoral, la progresión de la enfermedad y la eficacia general del tratamiento. Las microesferas, ya aprobadas como tratamiento estándar para el cáncer de hígado, están siendo reutilizadas para el carcinoma de células renales a fin de determinar si se puede lograr un éxito similar en esta nueva aplicación.

Las proyecciones iniciales indican que las microesferas radiactivas pueden administrar una dosis de radiación hasta diez veces superior a la de los tratamientos externos, lo que aumenta la probabilidad de destruir las células cancerosas. Al enfocar la radiación directamente en el torrente sanguíneo del tumor, la terapia busca preservar el tejido sano y reducir los efectos secundarios. Los resultados determinarán la viabilidad de ampliar el estudio a un estudio multicéntrico de fase II más amplio para validar su eficacia en poblaciones de pacientes más amplias.

Los investigadores esperan que este trabajo conduzca a un tratamiento no quirúrgico viable para el cáncer de riñón, mejorando los resultados de los pacientes y reduciendo la dependencia de la diálisis al preservar la función renal. De demostrar su eficacia, este enfoque podría redefinir las aplicaciones de la radioterapia interna más allá del cáncer de hígado y abrir nuevas vías para la radioterapia dirigida en otros tumores sólidos.

“Esperamos que estas microesferas puedan administrar una cantidad de radiación diez veces mayor que la radiación externa”, dijo el Dr. Derek Cool, científico asociado del LHSCRI. “Al dirigir la terapia directamente al tumor, creemos que podemos evitar daños a los órganos circundantes y, al mismo tiempo, administrar una dosis de radiación increíblemente potente con un mayor potencial de destrucción de células cancerosas”.

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