Nueva comprensión del esófago de Barrett permite una intervención y diagnóstico más tempranos
Actualizado el 08 Jul 2025
El esófago de Barrett es una afección en la que el revestimiento del esófago, normalmente compuesto por células epiteliales escamosas, sufre una transformación en células similares a las del estómago o el intestino. Esto suele ocurrir tras una exposición prolongada al reflujo ácido y biliar, lo que reprograma el tejido esofágico para adaptarse a un entorno para el que no fue diseñado. Al microscopio, las lesiones de Barrett muestran una proliferación celular anormal y una estructura tisular desorganizada con células similares a las del estómago y el intestino.
Esta pérdida de la identidad esofágica normal aumenta el riesgo de desarrollar adenocarcinoma esofágico, un cáncer muy agresivo con opciones de tratamiento limitadas y bajas tasas de supervivencia. Las terapias actuales que reducen el reflujo ácido no revierten los cambios en las células esofágicas, y no existen técnicas eficaces de detección temprana. Ahora, un nuevo estudio ha identificado cómo los cambios en genes reguladores clave pueden impulsar esta transformación, lo que ofrece una posible vía para el diagnóstico y la prevención tempranos.
Un equipo dirigido por investigadores del Baylor College of Medicine (Houston, TX, EUA) y la Washington University School of Medicine (St. Louis, MO, EUA) se propuso comprender los mecanismos genéticos y celulares subyacentes al esófago de Barrett. Se centraron en los factores de transcripción SOX2 y CDX2, que ayudan a mantener las identidades de las células esofágicas e intestinales, respectivamente.
Utilizando organoides (versiones en miniatura de tejido esofágico humano cultivadas en laboratorio), el equipo construyó una biblioteca a partir de muestras de pacientes y manipuló los niveles de SOX2 y CDX2. Descubrieron que reducir SOX2 y aumentar CDX2 cambiaba las células de su forma esofágica normal a una identidad estomacal o intestinal. Para validar estos hallazgos, desarrollaron un modelo de ratón en el que Sox2 podía desactivarse selectivamente en el esófago. Estos ratones exhibieron una maduración celular reducida, un crecimiento excesivo y estructuras tisulares anormales en la unión del esófago y el estómago, características que imitan el esófago de Barrett en etapa temprana en humanos.
El estudio, publicado en el Journal of Clinical Investigation, proporciona evidencia sólida de que el esófago de Barrett es el resultado de la reprogramación de las células esofágicas inducida por el ácido y la bilis a través de un desequilibrio en SOX2 y CDX2. Los hallazgos revelan cómo los cambios en la expresión génica comprometen la identidad esofágica, preparando el terreno para el desarrollo del cáncer.
Los investigadores sugieren que esta nueva comprensión podría allanar el camino para herramientas de detección temprana e intervenciones dirigidas que detengan la enfermedad antes de que avance. Los próximos trabajos se centrarán en traducir estos conocimientos genéticos en estrategias diagnósticas y terapéuticas que puedan prevenir el adenocarcinoma de esófago en personas con alto riesgo.
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Facultad de Medicina de Baylor
Medicina WashU