Película ultrafina y flexible podría alimentar nuevos dispositivos portátiles utilizando el calor corporal
Actualizado el 18 Dec 2024
Investigadores de la Universidad Tecnológica de Queensland (QUT, Brisbane, Australia) han desarrollado una innovadora película ultradelgada y flexible que podría aprovechar el calor corporal para alimentar dispositivos portátiles de próxima generación, eliminando la necesidad de baterías. Esta tecnología también podría aplicarse para enfriar chips electrónicos, mejorando la eficiencia de teléfonos inteligentes y computadoras. Este avance aborda un desafío importante en la creación de dispositivos termoeléctricos flexibles que conviertan eficazmente el calor corporal en energía, ofreciendo una fuente de energía sostenible potencial para dispositivos electrónicos portátiles y una solución de enfriamiento más eficiente para chips.
La mayoría de las investigaciones anteriores en este campo se han centrado en los termoeléctricos basados en telururo de bismuto, conocidos por su alta eficiencia en la conversión de calor en electricidad, lo que los hace ideales para aplicaciones de bajo consumo, como monitores de frecuencia cardíaca, sensores de temperatura y rastreadores de movimiento. En un estudio publicado en la revista Science, el equipo presentó una técnica asequible para crear películas termoeléctricas flexibles mediante el uso de cristales diminutos, o "nanoaglutinantes", que forman una capa consistente de láminas de telururo de bismuto, mejorando significativamente tanto la eficiencia como la flexibilidad. El equipo produjo con éxito una película imprimible de tamaño A4 con un rendimiento termoeléctrico récord, una flexibilidad excepcional, escalabilidad y bajo costo, lo que la posiciona como uno de los mejores termoeléctricos flexibles disponibles.
Para lograrlo, el equipo utilizó una técnica de "síntesis solvotérmica", que forma nanocristales en un disolvente a alta temperatura y presión, en combinación con métodos de "serigrafía" y "sinterización". El método de serigrafía permite la producción a gran escala de las películas, mientras que la sinterización calienta las películas hasta cerca de su punto de fusión, uniendo las partículas entre sí. Los investigadores también observaron que este enfoque podría adaptarse a otros sistemas, como los termoeléctricos basados en seleniuro de plata, que podrían ofrecer una alternativa más sostenible y rentable a los materiales tradicionales.