Terapia experimental pionera mejora la reparación del tejido después de un infarto

Por el equipo editorial de HospiMedica en español
Actualizado el 31 Oct 2024

Las enfermedades cardiovasculares siguen siendo la principal causa de muerte en todo el mundo y representan un tercio de todas las muertes anuales. Después de un ataque cardíaco, la capacidad regenerativa natural del corazón es limitada, lo que resulta en la formación de tejido cicatricial para preservar la integridad estructural. Sin embargo, este tejido cicatricial rígido obstaculiza la capacidad del corazón para bombear sangre de manera eficaz, lo que provoca insuficiencia cardíaca en muchos pacientes, la mitad de los cuales no sobreviven más de cinco años. Existe una necesidad urgente de terapias innovadoras. Los científicos han desarrollado ahora una terapia experimental pionera que tiene el potencial de mejorar la reparación del corazón después de un ataque, previniendo así la insuficiencia cardíaca.

El nuevo enfoque terapéutico, desarrollado por investigadores del Centro Eli y Edythe Broad de Medicina Regenerativa e Investigación de Células Madre de UCLA (Los Ángeles, CA, EUA), se centra en mejorar la función cardíaca después de un ataque cardíaco mediante el bloqueo de una proteína conocida como ENPP1. Esta proteína contribuye al aumento de la inflamación y la formación de tejido cicatricial, que empeoran el daño cardíaco. Sus hallazgos, publicados en la revista Cell Reports Medicine, podrían marcar un avance significativo en los tratamientos posteriores al ataque cardíaco. La terapia experimental utiliza un anticuerpo monoclonal terapéutico diseñado por el equipo de investigación. Esta terapia farmacológica dirigida tiene como objetivo imitar los anticuerpos humanos y bloquear la actividad de ENPP1, que los investigadores identificaron previamente como elevada después de un ataque cardíaco.


Imagen: ENPP1 se expresa en la región de cicatrices después de una lesión cardíaca. El músculo cardíaco que se muestra en rojo y la ENPP1 en verde demuestra la expresión de ENPP1 en la región de formación de la cicatriz (foto cortesía de Arjun Deb Lab/UCLA

En sus experimentos, los investigadores descubrieron que una dosis única del anticuerpo mejoraba significativamente la reparación del corazón en ratones, previniendo daños sustanciales en los tejidos, minimizando la formación de tejido cicatricial y mejorando la función cardíaca. Cuatro semanas después de un ataque cardíaco simulado, solo el 5 % de los animales tratados con el anticuerpo desarrollaron insuficiencia cardíaca grave, en comparación con el 52 % en el grupo de control. Este enfoque innovador podría ser el primero en promover activamente la reparación de los tejidos en el corazón después de un ataque cardíaco, en contraste con las terapias existentes que se centran principalmente en prevenir daños adicionales. Esta efectividad está vinculada al diseño del anticuerpo, que actúa sobre la comunicación celular y beneficia a varios tipos de células en el corazón, incluidas las células musculares cardíacas, las células endoteliales que forman los vasos sanguíneos y los fibroblastos que contribuyen a la formación de cicatrices.

Los hallazgos preliminares de estudios preclínicos también indican que la terapia con anticuerpos redujo de manera segura la formación de tejido cicatricial sin aumentar el riesgo de ruptura cardíaca, una preocupación común después de un ataque cardíaco. No obstante, los investigadores reconocen la necesidad de realizar más investigaciones sobre los posibles efectos a largo plazo de la inhibición de ENPP1, incluidos los posibles impactos adversos sobre la masa ósea o la calcificación. El equipo de investigación se está preparando para avanzar con esta terapia en ensayos clínicos. Tienen previsto presentar una solicitud de nuevo fármaco en investigación (IND) a la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos este invierno, con el objetivo de iniciar los primeros estudios en humanos a principios de 2025. Estos estudios involucrarán la administración de una sola dosis del fármaco a pacientes elegibles poco después de un ataque cardíaco, facilitando la autorreparación del corazón durante los días críticos posteriores al evento cardíaco. Si bien el énfasis actual está en la reparación cardíaca después de los ataques cardíacos, el equipo de investigación también está investigando las posibles aplicaciones de la terapia para reparar otros órganos vitales.

“Los mecanismos de reparación de tejidos se conservan en gran medida en todos los órganos, por lo que estamos examinando cómo este tratamiento podría ayudar en otros casos de lesión tisular”, dijo el autor principal, el Dr. Arjun Deb, profesor de medicina y biología molecular, celular y del desarrollo en la UCLA, quien dirigió la investigación. “Basándonos en su efecto sobre la reparación cardíaca, esto podría representar una nueva clase de medicamentos que mejoren la reparación de tejidos”.


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