Proteína clave ofrece un nuevo tratamiento para la insuficiencia cardíaca sistólica

Por el equipo editorial de HospiMedica en español
Actualizado el 22 Oct 2024

El corazón es un músculo único que late entre 60 y 100 veces por minuto en promedio de manera continua. Sin embargo, cuando se debilita, puede provocar complicaciones graves, que van desde una dificultad respiratoria debilitante e hinchazón en las piernas y los pies hasta acumulación de líquido en los pulmones y, en algunos casos, la muerte. En la insuficiencia cardíaca sistólica, que afecta a más de 32 millones de personas en todo el mundo, el músculo cardíaco pierde su capacidad de contraerse con la fuerza suficiente para impulsar la sangre oxigenada desde el ventrículo izquierdo a través del sistema circulatorio. Los tratamientos actuales que emplean los cardiólogos controlan principalmente los síntomas de la insuficiencia cardíaca sistólica y son vitales para mejorar la calidad de vida de los pacientes. No obstante, estas terapias no abordan directamente el problema principal: el debilitamiento del músculo cardíaco en sí. Ahora, los investigadores han descubierto una proteína que tiene el potencial de solucionar este problema.

Por primera vez, los científicos del Instituto de Investigación Biomédica Fralin (Roanoke, VA, EUA) han demostrado que una proteína llamada PERM1 regula de manera eficaz tanto los niveles de energía como la capacidad de contracción del corazón. El estudio, publicado en el American Journal of Physiology, sugiere que esta proteína puede ofrecer una nueva estrategia terapéutica para tratar la insuficiencia cardíaca sistólica. En las últimas décadas, se han desarrollado varios medicamentos para mejorar la contracción del músculo cardíaco. Sin embargo, muchos de estos medicamentos han encontrado dificultades para mejorar significativamente la salud a largo plazo, y la mayoría no ha logrado aumentar las tasas de supervivencia en los ensayos clínicos. Estos medicamentos fueron diseñados para amplificar la fuerza de las contracciones del corazón o para mejorar la eficiencia de las contracciones de las fibras musculares, pero ambos enfoques tienden a aumentar el uso de energía, lo que en última instancia puede conducir a peores resultados para el paciente.


Imagen: Se ha identificado un nuevo tratamiento potencial para los corazones enfermos (foto cortesía de 123RF)

Los hallazgos del estudio indican que la proteína PERM1 desempeña un papel en la regulación de ambos aspectos de este ciclo perjudicial. PERM1, que se encuentra tanto en el corazón como en los músculos esqueléticos, influye en la función mitocondrial. Dada su presencia en músculos en contracción, el equipo de investigación planteó la hipótesis de que la proteína también podría afectar la contracción muscular en sí. En su estudio, los investigadores introdujeron la proteína en los corazones de ratones sanos utilizando un virus modificado conocido como adenovirus. Los virus sirven como vehículos de administración eficaces porque son expertos en navegar por áreas difíciles dentro del cuerpo. El estudio reveló que la proteína no solo regulaba la función mitocondrial, como se había establecido previamente, sino que también mejoraba la capacidad de contracción del corazón. El siguiente paso de la investigación es determinar si la proteína produce efectos similares en corazones que están fallando.

“Ahora estamos aplicando este método en corazones con insuficiencia cardíaca para ver si la administración de PERM1 a través de un virus adenoasociado (un método que se utiliza habitualmente en la terapia génica) es capaz de restablecer la función cardíaca y la función mitocondrial”, diijo Junco Warren, científica cardiovascular en el Centro de Investigación Vascular y del Corazón en el Instituto de Investigación Biomédica Fralin. “Eso sugeriría además que puede ser una nueva terapia para tratar la insuficiencia cardíaca sistólica al abordar simultáneamente la debilidad en el músculo y la producción de energía por parte de las mitocondrias”.


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