El bloqueo de la actividad de la hormona glucagón podría tratar un tipo común de insuficiencia cardíaca
Actualizado el 14 Oct 2024
A nivel mundial, aproximadamente 64 millones de personas sufren de insuficiencia cardíaca, lo que se ha convertido en una pandemia global. La insuficiencia cardíaca con fracción de eyección preservada (ICFEp), una forma de insuficiencia cardíaca particularmente difícil de tratar, representa aproximadamente la mitad de estos casos. En la insuficiencia cardíaca, el corazón no puede bombear sangre de manera efectiva. En la ICFEp, el corazón puede bombear normalmente, pero sus músculos están demasiado rígidos para relajarse y llenar adecuadamente las cámaras con sangre. La ICFEp a menudo afecta a adultos mayores y personas con múltiples factores de riesgo, como presión arterial alta, obesidad y diabetes. Los pacientes con ICFEp generalmente experimentan síntomas como dificultad para respirar, fatiga y capacidad de ejercicio reducida. Esto difiere de la insuficiencia cardíaca con fracción de eyección reducida (ICFEr), donde el músculo cardíaco está debilitado y no puede bombear con suficiente fuerza, lo que lleva a una cantidad reducida de sangre que circula. Aunque se han realizado estudios sobre cómo la hipertensión y las enfermedades metabólicas relacionadas con la obesidad, como la diabetes, estresan el corazón, estas afecciones generalmente se han estudiado de forma aislada.
Ahora, los científicos de la Facultad de Medicina de Duke-NUS (Singapur) y sus colaboradores han identificado un posible nuevo tratamiento para la ICFEp. El equipo descubrió niveles elevados de actividad del glucagón (una hormona producida por el páncreas que aumenta el azúcar en sangre) en las células cardíacas enfermas. A partir de este hallazgo, demostraron que un fármaco capaz de bloquear esta hormona podría mejorar significativamente la función cardíaca. Este estudio innovador, publicado en la revista Circulation Research, consideró tanto la hipertensión como las enfermedades metabólicas asociadas a la obesidad y reveló, por primera vez, una vía molecular que contribuye a la progresión de la ICFEp. En estudios preclínicos, los investigadores examinaron los efectos de la hipertensión en corazones delgados y en modelos diabéticos/obesos. Encontraron que la hipertensión condujo a ICFEr en los modelos delgados, una condición observada típicamente en pacientes hipertensos. Sin embargo, los modelos obesos desarrollaron ICFEp, lo que sugiere que una combinación de factores de estrés desencadena la enfermedad, proporcionando un modelo útil para futuras investigaciones.
Mediante la secuenciación avanzada de ARN de una sola célula, los científicos pudieron analizar la expresión de cada gen detectado en células cardíacas individuales, descubriendo variaciones genéticas específicas vinculadas a la ICFEp. Descubrieron que en los modelos obesos, los genes más activos eran los que impulsaban la actividad del glucagón. En condiciones de hipertensión arterial y trastornos metabólicos como la obesidad y la diabetes, la señalización del glucagón en las células cardíacas se vuelve excesivamente activa. Esta hiperactividad contribuye a la ICFEp al aumentar la rigidez del corazón y reducir su capacidad para relajarse y llenarse de sangre.
El equipo probó un fármaco que bloquea el receptor de glucagón en un modelo preclínico de ICFEp y observó mejoras significativas en la función cardíaca. Estas mejoras incluyeron una menor rigidez cardíaca, una mayor relajación, una mejor capacidad de llenado de sangre y una mejora general del rendimiento cardíaco.Ahora, los investigadores planean colaborar con socios clínicos para llevar a cabo ensayos que prueben el bloqueador del receptor del glucagón en humanos con ICFEp. Si tienen éxito, este tratamiento podría convertirse en una de las primeras terapias efectivas para esta difícil condición, mejorando la calidad de vida de millones de personas en todo el mundo.
“Con el envejecimiento de nuestra población, es probable que haya más pacientes con múltiples afecciones, como insuficiencia cardíaca, diabetes e hipertensión, lo que representa un desafío significativo para los sistemas de salud”, dijo el profesor Patrick Tan, vicedecano sénior de investigación en Duke-NUS. “Descubrir el impacto sinérgico de dichas enfermedades y sus mecanismos subyacentes es clave para comprender mejor el complejo proceso de la insuficiencia cardíaca y desarrollar un tratamiento eficaz para la enfermedad”.