Nuevo método de desfibrilación de baja energía controla las arritmias cardiacas
Actualizado el 22 May 2024
En un corazón sano, los impulsos eléctricos se propagan por el músculo cardíaco de forma ordenada, controlando las contracciones del corazón: los ventrículos y las aurículas se contraen y relajan a intervalos regulares. Sin embargo, en el caso de arritmia cardíaca, estos impulsos eléctricos pueden propagarse de forma caótica, alterando los latidos regulares del corazón y perjudicando la circulación sanguínea adecuada. La fibrilación auricular es el tipo más prevalente de arritmia cardíaca y afecta a más de 10 millones de personas en Europa y Estados Unidos. Para quienes padecen fibrilación auricular crónica, un remedio común es la desfibrilación, que implica un fuerte pulso eléctrico que, aunque efectivo, puede ser doloroso y potencialmente dañino para los tejidos circundantes. Ahora, los investigadores han introducido un nuevo método de desfibrilación de baja energía que podría detener con mayor suavidad las fibrilaciones cardíacas potencialmente mortales.
La nueva técnica denominada LEAP (estimulación antifibrilación de baja energía) ha sido desarrollada por un equipo internacional de científicos dirigido por el Instituto Max-Planck (MPI, Munich, Alemania) y reduce la energía necesaria para la desfibrilación en más del 80 % en comparación con a los métodos tradicionales, ofreciendo la posibilidad de tratar la fibrilación cardíaca grave sin dolor. Este método implica enviar una secuencia de cinco señales eléctricas suaves a través de un catéter cardíaco, lo que permite que el corazón reanude su ritmo normal en cuestión de segundos. A diferencia de los desfibriladores convencionales que excitan todas las células a la vez con un fuerte campo eléctrico, LEAP funciona deteniendo brevemente la capacidad del tejido cardíaco para transmitir señales eléctricas, restableciendo efectivamente la actividad del corazón.
Este enfoque innovador es similar a reiniciar una computadora que no funciona correctamente. Sin embargo, en lugar de un único reinicio, LEAP utiliza pulsos de baja energía para sincronizar el tejido y detener gradualmente la actividad eléctrica turbulenta en el corazón, que luego reanuda los latidos normales. Investigaciones que involucran experimentos y simulaciones han demostrado que las heterogeneidades naturales dentro del corazón, como los vasos sanguíneos y las áreas de tejido graso o fibrótico, pueden actuar como orígenes para sincronizar ondas. Los hallazgos sugieren que LEAP también podría adaptarse para tratar la fibrilación ventricular, un evento arrítmico más grave que normalmente se trata sólo con desfibriladores externos o implantables. Para los muchos pacientes que dependen de desfibriladores automáticos implantables (DAI), LEAP podría potencialmente mejorar la eficacia del tratamiento, prolongar la vida útil de la batería, reducir las experiencias dolorosas y disminuir la frecuencia de las intervenciones quirúrgicas para reemplazar los dispositivos.
"El desarrollo de LEAP es un resultado innovador y un ejemplo destacado de colaboración interdisciplinaria exitosa entre físicos y médicos científicos, con un impacto inmediato en el desarrollo de terapias novedosas para arritmias cardíacas potencialmente mortales", afirmó Markus Zabel del Centro Universitario de Göttingen.
Enlaces relacionados:
Instituto Max Planck