Biosensor de glucosa inyectable del tamaño de un grano de arroz mide continuamente niveles de azúcar
Actualizado el 06 Dec 2023
El primer sistema de automonitoreo de glucosa, desarrollado en 1970, era un dispositivo voluminoso que pesaba tres libras y requería una muestra de sangre sustancial, destinado principalmente a su uso en consultorios médicos. Desde entonces, los monitores continuos de glucosa (MCG) han evolucionado significativamente, pero incluso las versiones modernas pueden ser engorrosas y su mantenimiento puede desanimar a los usuarios. Para superar estas limitaciones, los investigadores están desarrollando un MCG totalmente inyectable, tan pequeño como un grano de arroz, que puede combinarse con un lector óptico externo para medir los niveles de azúcar en cualquier momento.
Un equipo de investigación de Texas A&M Engineering (College Station, TX, EUA) ha obtenido una subvención de la Fundación Nacional de Ciencias (NSF) para trabajar en este proyecto innovador. El objetivo es crear un biosensor de glucosa inyectable y mínimamente invasivo y su correspondiente dispositivo portátil. El sensor, una vez inyectado debajo de la piel, está diseñado para funcionar con un lector similar a un reloj que utiliza luz para determinar los niveles de glucosa. Luego, este lector transmite los datos a un teléfono inteligente, lo que permite al usuario compartir fácilmente la información con su proveedor de atención médica.
Además del tamaño único y la inyectabilidad del sensor, la tecnología de detección óptica utilizada en el sensor y el lector portátil es particularmente adecuada para personas con tonos de piel más oscuros, un grupo demográfico que ha enfrentado dificultades con las tecnologías de biodetección. Actualmente, los investigadores están mejorando la biocompatibilidad del sensor encerrando su química de detección dentro de una membrana termosensible. Esta membrana especializada está diseñada para adaptarse sutilmente dentro del cuerpo, hinchándose y encogiéndose lo suficiente para evitar la adhesión de células y proteínas, reduciendo así la probabilidad de formación de tejido cicatricial alrededor del sensor. El equipo ya ha patentado esta tecnología de membrana y está explorando sus posibles aplicaciones en diversos dispositivos médicos, con el objetivo de ampliar su vida útil.
"La membrana podría aplicarse a una variedad de dispositivos que son propensos a procesos de adhesión en el cuerpo", dijo la investigadora co-principal, la Dra. Melissa Grunlan. "Podría usarse tal vez en un catéter para prevenir la trombosis y la infección al prevenir la acumulación de proteínas, células y organismos".
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Texas A&M Engineering