Prueba de grasas en sangre antes de cirugía cardíaca podría reducir sangrado postoperatorio
Actualizado el 13 Oct 2022
El sangrado postoperatorio es una de las complicaciones más comunes después de las cirugías cardíacas, especialmente en las de corazón abierto. En este tipo de cirugía, los cirujanos deben recurrir al bypass cardiopulmonar, un circuito extracorpóreo compuesto por tubos y máquinas que replican la función del corazón y los pulmones. Esto les permite trabajar dentro del corazón mientras permanece quieto y sin sangre. A pesar de su innegable utilidad, la circulación de la sangre fuera del organismo afecta al número y función de los componentes que se encargan de la coagulación, las plaquetas. Como tal, para prevenir o compensar el sangrado, los pacientes a menudo necesitan transfusiones de sangre, lo que no solo aumenta el riesgo de muerte, sino que también genera costos de atención médica considerables. Ahora, los investigadores han revelado una nueva forma de reducir la pérdida de sangre en las cirugías cardíacas mediante la identificación de cambios en los niveles de grasa en la sangre que se relacionan con el riesgo de sangrado de los pacientes. Con una simple prueba antes de la cirugía, los médicos podrían anticipar esta complicación postoperatoria y actuar para prevenirla.
Con la intención de encontrar firmas moleculares que pudieran informar el pronóstico, investigadores del Instituto Gulbenkian de Ciência (IGC, Oeiras, Portugal) estudiaron muestras de sangre de 33 pacientes sometidos a cirugía de reemplazo de válvulas cardíacas. Las muestras fueron extraídas antes y 6 y 24 horas después de la cirugía y comparadas entre pacientes con y sin sangrado postoperatorio. Los cambios en los niveles de grasas pertenecientes a la familia omega-6 en la sangre de estos pacientes llamaron la atención de los investigadores. Curiosamente, los pacientes con niveles bajos de esta grasa en la sangre antes de la cirugía perdieron más sangre y necesitaron casi el doble de transfusiones postoperatorias. Aunque se sabía que estas grasas regulaban la agregación de plaquetas para formar coágulos, nunca se habían relacionado con el riesgo de sangrado.
El sangrado postoperatorio también fue mayor en pacientes cuyos niveles de omega-6 disminuyeron entre los puntos de tiempo preoperatorios y postoperatorios. La alteración podría atribuirse a otro ejemplo más de la compleja comunicación cruzada entre la inflamación relacionada con la cirugía y la coagulación, según los investigadores. Un importante mediador inflamatorio, conocido por aumentar el número y estimular la función de las plaquetas, parece estar relacionado con la variabilidad en la grasa sanguínea de los pacientes. En particular, este mediador proinflamatorio parece disminuir en pacientes con sangrado importante. Por tanto, la inflamación podría ser la causa de las alteraciones de esta grasa y, en consecuencia, de la disfunción de las plaquetas tras una cirugía cardiaca.
En resumen, el estudio mostró que los cambios en los niveles de grasas de la familia omega-6, asociados a la inflamación, son característicos de la cirugía cardíaca con circulación extracorpórea. La suplementación con esta grasa antes de la cirugía podría ser una opción segura y económica para asegurar el normal funcionamiento de estos componentes sanguíneos. Los investigadores ya están planeando un estudio “para evaluar la eficacia de esta estrategia para reducir el sangrado y las transfusiones después de la cirugía”.
“Evaluar el nivel de esta grasa en sangre antes de la cirugía podría ser más relevante que mirar el número de plaquetas”, explica Luís Moita, investigador principal del grupo de Inmunidad Innata e Inflamación del IGC y también médico de formación.
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Instituto Gulbenkian de Ciência