Cientos de prácticas médicas son ineficaces o erróneas

Por el equipo editorial de HospiMedica en español
Actualizado el 03 Jul 2019
Un estudio nuevo identifica casi 400 reversiones médicas existentes, definidas como prácticas médicas de bajo valor que no son mejores que un estándar de atención anterior o inferior.

Investigadores de la Universidad de Ciencias y Salud de Oregón (OHSU, Portland, EUA), la Universidad de Chicago (IL, EUA) y otras instituciones, realizaron un análisis de más de 3.000 ensayos clínicos controlados, aleatorizados (ECA), publicados en tres revistas médicas líderes: las revistas, Journal of the American Medical Association (JAMA), The Lancet y el New England Journal of Medicine (NEJM), con el fin de descubrir ensayos clínicos, nuevos y mejores, que declaran una práctica médica actual como una reversión médica. Tales reversiones médicas a menudo se refieren a medicamentos, pero también pueden afectar procedimientos quirúrgicos.

Imagen: Los científicos identificaron cerca de 400 prácticas médicas establecidas que han resultado ser ineficaces por los estudios clínicos publicados en las tres revistas médicas más importantes (Fotografía cortesía de Medical Xpress).

El análisis descubrió 396 reversiones médicas: 154 de ellas en JAMA, 129 en el NEJM y 113 en The Lancet. La mayoría de las reversiones médicas ocurrieron en los campos de la enfermedad cardiovascular (20%), salud pública y medicina preventiva (12%) y cuidados críticos (11%). Las intervenciones más comunes incluyeron medicamentos (33%), procedimientos (20%), vitaminas y suplementos (13%), dispositivos (9%) e intervenciones del sistema (8%). La mayoría de los estudios de reversión se realizaron en países de ingresos altos, con solo el 8% realizado en países de ingresos bajos o medios. El estudio fue publicado el 11 de junio de 2019 en la revista eLife.

“Hay una serie de lecciones que podemos extraer de nuestro conjunto de resultados, incluida la importancia de realizar ECA para las prácticas novedosas y establecidas”, dijo el autor principal, Vinay Prasad, MD, del Instituto de Cáncer Knight de la OHSU. “Una vez que se establece una práctica ineficaz, puede ser difícil convencer a los practicantes para que abandonen su uso. Al tratar de probar rigurosamente los tratamientos nuevos antes de que se generalicen, podemos reducir el número de reversiones en la práctica y evitar daños innecesarios a los pacientes”.

Un ejemplo de una de estas reversiones es el uso de una media de compresión graduada hasta la mitad del muslo (GSC, por sus siglas en inglés) para reducir el riesgo de trombosis venosa profunda (TVP) después del accidente cerebrovascular. Las GSC fueron utilizadas por primera vez por los médicos alemanes a finales del siglo XIX cuando notaron que las trombosis de las venas superficiales desaparecían después del uso de vendajes de compresión. Sin embargo, un estudio de 2009 publicado en la revista The Lancet encontró que no hubo diferencias en la aparición de la TVP sintomática o asintomática entre los grupos, y que en el grupo de GSC se produjeron más eventos adversos.

Enlace relacionado:
Universidad de Ciencias y Salud de Oregón
Universidad de Chicago



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