Estimulación del ganglio de raíz dorsal alivia dolor lumbar

Por el equipo editorial de HospiMedica en español
Actualizado el 20 Jun 2017

Un nuevo estudio sugiere que la estimulación del ganglio de la raíz dorsal (DRG) en el nivel L2-L3 puede aliviar el dolor lumbar discogénico en pacientes con síndrome de cirugía de espalda fallida (FBSS, por sus siglas en inglés).

Imagen: El sistema de estimulación SJM Axium Neuroestimulator (Fotografía cortesía de SJM).

Investigadores del Centro Médico de la Universidad de Erasmus (Erasmus MC, Rotterdam, Holanda), del Centro Médico de la Universidad de Maastricht (MUMC, Holanda) y de St. Jude Medical (SJM, St. Paul , MN, EUA), realizaron un estudio en 12 pacientes con dolor de espalda crónico, discogénico, significativo, resultante del FBSS. A todos los individuos les implantaron el sistema SJM Axium Neurostimulator colocando al menos un cable en L2 o L3.

Los participantes del estudio evaluaron el grado de dolor, el estado de ánimo y la calidad de vida de manera prospectiva durante un período de hasta 12 meses. Los resultados mostraron que más de la mitad de los pacientes informaron un alivio, 50% o mejor, del dolor en la espalda baja; Al año, el alivio promedio del dolor lumbar fue del 45,5%. Hubo disminuciones concomitantes en el dolor general, el dolor en las piernas, la interferencia por el dolor, el estado de ánimo y la calidad de vida. El estudio fue publicado el 9 de mayo de 2017, en la revista Pain Practice.

“Para la población estudiada, la estimulación DRG en los niveles L2 a L3 fue eficaz para aliviar el dolor lumbar. Estas reducciones en el dolor se asociaron con mejoras en la calidad de vida”, concluyeron el autor principal, Frank Huygen, MD, PhD, del Erasmus MC, y colegas. “Por lo tanto, la estimulación DRG en estos niveles puede ser eficaz para el alivio del dolor lumbar mediante la participación de vías segmentadas y no segmentadas que no son accesibles, de otra manera, a través de la estimulación tradicional de la medula espinal”.

La terapia DRG funciona estimulando los ganglios formados por los nervios sensoriales, densamente poblados, que regulan las señales y sensaciones que viajan a través de las fibras nerviosas a lo largo de la columna vertebral al cerebro. Dado que cada DRG se asocia con diferentes áreas, la terapia puede ser dirigida a una parte específica del cuerpo. De esta manera, la terapia DRG tiene la capacidad única de ayudar a controlar el dolor in situ, y es especialmente útil para aquellos que viven con dolor crónico aislado en las partes inferiores del cuerpo.