Nivel educativo bajo duplica riesgo de ataque al corazón
Por el equipo editorial de HospiMedica en español
Actualizado el 28 Mar 2017
Actualizado el 28 Mar 2017
Las personas que cuentan con un bajo nivel educativo tienen más del doble de probabilidades de sufrir un ataque al corazón que las que tienen un título universitario, según un nuevo estudio.
Investigadores de la Universidad Nacional de Australia (ANU, Canberra), el Instituto Sax (Sídney, Australia) y otras instituciones, realizaron un estudio para examinar el efecto de la variación socioeconómica sobre las tasas de eventos de enfermedad cardiovascular primaria y secundaria (ECV) en los australianos de mediana edad y mayores. La cohorte del estudio incluyó a 267.153 hombres y mujeres de 45 años o más, vinculados a los datos de hospitalización y muerte hasta diciembre de 2013. Los resultados comprendieron muerte, infarto de miocardio (IM) y accidente cerebrovascular, en aquellos con y sin ECV previa.
Los resultados revelaron que las tasas de infarto de miocardio entre los que no tenían títulos académicos eran más del doble que los de las personas con un título universitario. El riesgo era alrededor de dos tercios más alto entre ésos con niveles de educación intermedios (es decir, calificaciones no-universitarias). Además, los adultos de mediana edad que no completaron la escuela secundaria eran 50% más propensos a tener un primer accidente cerebrovascular que aquellos con un título universitario, y aquellos con niveles intermedios de educación eran 20% más probables. El estudio fue publicado el 21 de noviembre de 2016 en la revista International Journal for Equity in Health.
“Cuanto más baja tu educación, más probable es que tengas un ataque al corazón o un derrame cerebral - ese es el hallazgo inquietante pero claro de nuestra investigación”, dijo la autora principal, Rosemary Korda, PhD, de la ANU. “Lo que estas diferencias en las tasas de enfermedades cardiovasculares entre los grupos más y menos desfavorecidos nos muestran, es cuánto se puede prevenir la enfermedad cardiovascular en la población”.
“Sabemos que una buena educación tiene un impacto sobre la salud a largo plazo influyendo qué tipo de trabajo tiene, dónde vive y qué opciones de alimentos consume”, comentó Kerry Doyle, directora ejecutiva de la Fundación del Corazón de Nueva Gales del Sur. “Esta investigación ofrece una oportunidad para descomprimir aún más la relación específica entre el logro educativo y el riesgo de enfermedades cardiovasculares, y lo que se puede hacer para reducir este riesgo”.