Contaminación ambiental es factor de riesgo en accidente cerebrovascular
Por el equipo editorial de HospiMedica en español
Actualizado el 27 Jul 2016
Actualizado el 27 Jul 2016
Un nuevo estudio concluye que la contaminación del aire se asocia con alrededor de un tercio de la carga total de los accidentes cerebrovasculares, por lo que es el factor de riesgo más importante en todo el mundo.
Investigadores de la Universidad Tecnológica de Auckland (Nueva Zelanda) llevaron a cabo un análisis del estudio 2013 de Carga Global de las Enfermedades, del Instituto para la Métrica y Evaluación de la Salud (IHME; Seattle, WA, EUA), para calcular la carga de morbilidad de los accidentes cerebrovasculares, asociada con 17 factores de riesgo en 188 países entre 1990 y 2013. Los investigadores estimaron la fracción atribuible poblacional (FAP) de años de vida ajustados por discapacidad relacionada con el accidente cerebrovascular (DALYs), que representa la proporción estimada de la carga de enfermedad en una población que se evitaría si la exposición a un factor de riesgo fueron eliminada.
Los resultados mostraron que los diez factores de riesgo principales para el accidente cerebrovascular fueron la presión arterial alta, la dieta baja en frutas, alto índice de masa corporal (IMC), la dieta alta en sodio, el tabaquismo, la dieta baja en vegetales, la contaminación del aire ambiental, la contaminación en los hogares por el uso de combustibles sólidos, la dieta baja en granos enteros y la elevación del azúcar en la sangre. En general, el 29,2% de la discapacidad global asociada con los accidentes cerebrovasculares estaba relacionada con la contaminación del aire, incluyendo la contaminación del aire ambiental y la contaminación del aire de la casa. Este factor es especialmente alto en los países en desarrollo (33,7%), en comparación con los países desarrollados (10,2%).
La contaminación del aire de la casa fue un factor de riesgo más importante para el accidente cerebrovascular en el África central, oriental y occidental subsahariana y en el sudeste asiático, en comparación con América del Norte, y Europa Central, del Este y Occidental, donde no se encontraba entre los 10 factores de riesgo principales. El factor de riesgo que más se redujo entre 1990 y 2013 fue el humo de segunda mano (31%). La mayor reducción fue en los países desarrollados, pero la contribución del humo de segunda mano a la carga global de accidente cerebrovascular sigue siendo notable, en el 3,1%, para los de 15-49 años, especialmente en los países en desarrollo.
El factor de riesgo que más se incrementó fue una dieta alta en bebidas endulzadas con azúcar (aumento del 63,1% en los DALYs relacionados con el accidente cerebrovascular), con el mayor aumento en los países desarrollados, pero la contribución a la carga de apoplejía se mantuvo baja en el 1,6% para los individuos de 15- 49 años de edad. La contaminación del aire, los riesgos ambientales, el humo del tabaco, la presión arterial alta, y los riesgos de la dieta eran factores de riesgo más importantes, para el accidente cerebrovascular en los países en desarrollo, en comparación con los países desarrollados. La baja actividad física es un factor de riesgo más importante para el accidente cerebrovascular en los países desarrollados en comparación con los países en desarrollo. El estudio fue publicado el 9 de junio de 2016, en la revista The Lancet Neurology.
"Los impuestos han demostrado ser la estrategia más eficaz en la reducción de la exposición al tabaquismo y la ingesta excesiva de sal, azúcar y alcohol”, dijo el autor principal, el profesor Valery Feigin, MD, PhD. “Si estos riesgos cobran un peaje en nuestra salud, y los impuestos son la mejor manera de reducir la exposición a estos riesgos, es lógico que los gobiernos deberían introducir dicha tributación y reinvertir los ingresos resultantes de nuevo en la salud de la población, financiando programas muy necesarios de prevención y la investigación en la prevención y la atención primaria”.
Los autores añaden que, debido a la falta de datos, no podían incluir algunos factores de riesgo importantes para el accidente cerebrovascular, como la fibrilación auricular (FA), el abuso de sustancias, u otras condiciones de salud. También fueron incapaces de tener en cuenta los patrones de algunos factores de riesgo, tales como los niveles de tabaquismo, el nivel de índice de masa corporal o los factores de riesgo genéticos subyacentes. Además, los datos no diferencian entre los accidentes cerebrovasculares isquémicos y hemorrágicos, pero los autores dicen que, si bien los factores de riesgo para diferentes tipos de accidente cerebrovascular pueden variar ligeramente en el plano individual, las políticas mundiales, regionales y nacionales tienden a mirar el riesgo global de accidente cerebrovascular.