Parche eléctrico para tratar trastorno de estrés postraumático
Por el equipo editorial de HospiMedica en español
Actualizado el 14 Mar 2016
Actualizado el 14 Mar 2016
Un parche discreto en la frente que produce la estimulación del nervio trigémino (TNS), podría proporcionar alivio en los casos de trastorno de estrés postraumático crónico (SEPT), de acuerdo con un nuevo estudio.
Los investigadores de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA; EUA) realizaron un estudio en 12 adultos (edad promedio 52,8 años, ocho mujeres) con trastorno de estrés postraumático y trastorno depresivo mayor unipolar comórbido (MDD), para estudiar la terapia del TNS para éstas condiciones comúnmente co-existentes. El ensayo, de ocho semanas para pacientes ambulatorios, involucró la estimulación de los nervios craneales durante ocho horas cada noche como un complemento de la farmacoterapia a través de un parche externo para la TNS (ETNS) colocado en la frente del usuario y recibiendo la energía a través del estimulador TNS NeuroSigma (Los Ángeles, CA, EUA).
Mientras que la persona duerme, el parche NeuroSigma envía una corriente eléctrica de bajo nivel a los nervios supraorbitales y supratrocleares que tienen una trayectoria a través de la frente, se ramifican en nervio trigémino que conduce las señales a las áreas del cerebro que ayudan a regular el estado de ánimo, el comportamiento y la cognición. Estas regiones incluyen la amígdala, la corteza prefrontal medial y el sistema nervioso autónomo. Los cambios en los síntomas de los participantes fueron controlados usando la Lista de Verificación de Pacientes con SEPT (PCL), así como usando otros tres cuestionarios.
Los resultados mostraron mejoras significativas en el trastorno de estrés postraumático y de la gravedad de la depresión, asociando la eTNS con un descenso medio de más de 30% en los síntomas, y con la gravedad de su depresión cayendo en un promedio de más de 50%. De hecho, para una cuarta parte de los individuos de estudio, los síntomas de SEPT entraron en remisión. Además, los individuos del estudio generalmente dijeron que se sentían más capaces de participar en sus actividades diarias, e informaron que el tratamiento en sí fue bien tolerado, con pocos eventos adversos emergentes. El estudio fue publicado el 28 de enero de 2016, en la revista Neuromodulation.
“La mayoría de los pacientes con trastorno de estrés postraumático obtienen algún beneficio de los tratamientos existentes, pero la gran mayoría siguen teniendo síntomas y sufren durante muchos años esos síntomas”, dijo el autor principal, el Profesor de Psiquiatría, Andrew Leuchter, MD, director de la división de neuromodulación de la UCLA. “Esto podría ser un gran avance para los pacientes que no han sido ayudados adecuadamente usando los tratamientos existentes”.
“El trastorno de estrés postraumático es una de las heridas invisibles de la guerra. La oportunidad de tener un impacto en las enfermedades debilitantes con esta tecnología elegante y simple es muy satisfactoria”, dijo el autor principal, Ian Cook, MD. “Las cicatrices van por dentro, pero pueden ser tan debilitantes como las cicatrices visibles. Así que es tremendo estar trabajando en una contribución que podrían mejorar las vidas de muchas personas valientes y de gran coraje las cuales han hecho sacrificios por el bien de nuestro país”.
Las proyecciones neuroanatómicas del sistema del trigémino sugieren que la eTNS puede alterar la actividad en las estructuras que regulan el estado de ánimo, la ansiedad y el sueño. En la actualidad se está probando como una terapia emergente para la epilepsia y la depresión; los estudios preliminares sugieren que tiene un excelente perfil de seguridad y se ha asociado con mejoras significativas en las convulsiones y los estados de ánimo.
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