Monitor de signos vitales sin contacto podría detectar problemas cardiacos
Por el equipo editorial de HospiMedica en español
Actualizado el 02 Mar 2016
Actualizado el 02 Mar 2016
Un novedoso sistema basado en la transmitancia de imágenes fotopletismográfica (PPGI) se puede utilizar como una alternativa para la medición de señales de pulso arterial a cierta distancia.
Desarrollado por investigadores de la Universidad de Waterloo (Canadá), el dispositivo monitoriza el flujo sanguíneo de un paciente en múltiples puntos arteriales simultáneamente, sin contacto directo con la piel, usando una tecnología llamada imagenología hemodinámica codificada; la iluminación temporal codificada (TCI) se utiliza para la corrección de la luz del ambiente. El dispositivo transmite las mediciones de todos los puntos de pulso a una tubería de procesamiento de señales para la extracción de la señal de PPGI, lo que permite, de esta manera, la monitorización continua.
Los resultados experimentales han demostrado que los pasos de procesamiento producen una señal PPGI mucho más pulsátil que la señal adquirida en bruto, lo que resulta en un aumento estadísticamente significativo en la correlación, tanto para la vigilancia a corta distancia y a larga distancia. Según los investigadores, el seguimiento del ritmo cardíaco a larga distancia, usando el dispositivo es ideal para la evaluación de los pacientes con quemaduras dolorosas, enfermedades altamente contagiosas, o bebés en unidades de cuidados intensivos neonatales (UCIN), cuyos dedos minúsculos hacen que la monitorización tradicional sea difícil. El estudio fue publicado el 6 de octubre de 2015, en la revista Nature Scientific Reports.
“Dado que el dispositivo también puede escanear múltiples pacientes de forma individual a la vez y desde lejos, hay que tener en cuenta el potencial en escenarios de emergencia en masa o en los hogares de cuidado a largo plazo”, dijo el autor principal, el profesor Alexander Wong, PhD, de la facultad de ingeniería. “Esta tecnología proporciona un método más predictivo para monitorizar los signos vitales y la posibilidad de su uso es extenso, como la indicación de obstrucciones arteriales que de otro modo podrían pasar desapercibidos, o la advertencia a los adultos mayores que arriesgan caerse como resultado de marearse cuando se paran”.
La PPG fue inventada en la década de 1930 para detectar cambios en la intensidad de la luz, sirviendo como una medida aproximada de los cambios en el volumen de sangre en un área particular del cuerpo. Hasta ahora, la PPG sólo ha sido eficaz cuando se usa en estrecha proximidad con el cuerpo del paciente, pero el nuevo dispositivo está equipado con sensores que son capaces de detectar formas de ondas hemodinámicas, desde la distancia.
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