Protocolo de apoplejía acelera diagnóstico en niños

Por el equipo editorial de HospiMedica en español
Actualizado el 05 Aug 2015
Un plan de respuesta rápida en los servicios de urgencias (SU) para los pacientes pediátricos, puede ayudar a identificar rápidamente el accidente cerebrovascular y otros problemas neurológicos, según un nuevo estudio.

Los investigadores del Centro Médico de la Universidad de Vanderbilt (VUMC; Nashville, TN, EUA) realizaron un estudio para examinar la eficacia de un protocolo pediátrico para los accidentes cerebrovasculares agudos implementado en el departamento de urgencias del VUMC entre abril de 2011 y octubre de 2014 que requería que un residente de neurología evaluara a todos los niños que se presentaban con síntomas de accidente cerebrovascular en un tiempo máximo de 15 minutos. Había disponibilidad en el sitio de exámenes urgentes de resonancia magnética (RM) y de tomografía computarizada (TC). La información clínica y demográfica se obtuvo a partir de una base de datos de mejora de la calidad para todos los pacientes menores de 20 años de edad, que se presentaron en el departamento de urgencias.

Los resultados mostraron que de las 124 alertas de apoplejía, 30 fueron confirmados como derrame cerebral, y otros dos niños sufrieron un ataque isquémico transitorio (AIT); 37% de los casos fueron en niños sanos sin historial médico previo significativo. Se encontraron urgencias neurológicas, no accidente cerebrovascular, en 17 niños, incluyendo meningitis, encefalitis, neoplasia intracraneal, migraña compleja, y convulsiones. El tiempo medio desde la llegada al departamento de urgencias hasta la RM fue de 94 minutos, y el tiempo promedio hasta la TC fue de 59 minutos. El estudio fue publicado el 2 de julio de 2015, en la revista “Stroke”.

“Así como hay procesos de respuesta rápida para adultos con un posible accidente cerebrovascular, debe haber un proceso de respuesta rápida para los niños con un posible derrame cerebral que incluya la evaluación acelerada y la toma de imágenes o una transferencia rápida a un centro médico con experiencia en accidentes cerebrovasculares pediátricos”, dijo la autora sénior, Lori Jordan, MD, PhD. “Necesitamos que el servicio de urgencias, radiología, medicina de cuidados críticos y, con frecuencia, muchos otros especialistas, trabajen con rapidez y eficacia en conjunto para tratar a los pacientes pediátricos”.

A pesar de un aumento en la incidencia de accidentes cerebrovasculares pediátricos, a menudo hay un retraso en el diagnóstico, y los casos todavía puede seguir siendo mal diagnosticados o diagnosticados insuficientemente, debido a factores de riesgo que son menos comunes que en los adultos y una presentación clínica que varía dependiendo de la edad del niño. Si bien las estrategias de manejo en los niños se extrapolan principalmente del cuidado de los adultos, se deben tener en cuenta diferentes factores en relación con la anticoagulación a corto plazo y las terapias trombolíticas.

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Vanderbilt University Medical Center




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