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La evidencia de que el SARS-CoV-2 infecta las células de la boca confirma aún más la confiabilidad de las pruebas de saliva para diagnosticar COVID-19

Por el equipo editorial de HospiMedica en español
Actualizado el 01 Apr 2021
Científicos han encontrado evidencia de que el coronavirus invade las células de la boca, hallazgos que podrían ayudar a explicar los síntomas del COVID-19 como la pérdida del gusto y la boca seca, y resalta el papel de la saliva en la transmisión del virus.
La evidencia de que el virus SARS-CoV-2 infecta células en la boca fue encontrada por un equipo internacional liderado por científicos en la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill (Chapel Hill, NC, EUA) y confirma además estudios anteriores que sugieren que la prueba en saliva es casi tan confiable como el hisopado nasal profundo para diagnosticar el COVID-19. Si bien es bien sabido que las vías aéreas superiores y los pulmones son los sitios primarios de infección del SARS-CoV-2, hay indicios de que el virus puede infectar células en otras partes del cuerpo, como el sistema digestivo, vasos sanguíneos, riñones y, como este estudio nuevo muestra, la boca. El potencial del virus para infectar áreas múltiples del cuerpo podría ayudar a explicar los síntomas tan variables experimentados por los pacientes con COVID-19, incluyendo los síntomas orales como la pérdida del gusto, la boca seca y ampollas. Además, los hallazgos apuntan a la posibilidad de que la boca juega un papel en transmitir el SARS-CoV-2 a los pulmones o el sistema digestivo por medio de la saliva cargada con virus de las células orales infectadas. Un mejor entendimiento del compromiso de la boca podría informar estrategias para reducir la transmisión viral dentro y fuera del cuerpo.

Imagen: Se encontró ARN para SARS-CoV-2 (rosa) y el receptor ACE2 (blanco) en las células de las glándulas salivales, que están delineadas en verde (Fotografía cortesía de Paola Perez, PhD, Warner Lab)
Imagen: Se encontró ARN para SARS-CoV-2 (rosa) y el receptor ACE2 (blanco) en las células de las glándulas salivales, que están delineadas en verde (Fotografía cortesía de Paola Perez, PhD, Warner Lab)
Los investigadores ya saben que la saliva de las personas con COVID-19 puede contener niveles altos de SARS-CoV-2, y los estudios sugieren que hacer pruebas en saliva es casi tan confiable como el hisopado nasal profundo para diagnosticar el COVID-19. Lo que los científicos no entienden por completo, sin embargo, es de dónde proviene el SARS-CoV-2 en la saliva. En las personas con COVID-19 que tienen síntomas respiratorios, el virus en saliva posiblemente viene en parte del drenaje nasal o el esputo expulsado de los pulmones. Pero según los investigadores, eso no podría explicar cómo el virus llega a la saliva de las personas que no tienen esos síntomas respiratorios.

Para explorar esta posibilidad, los investigadores revisaron tejidos orales de personas sanas para identificar regiones de la boca susceptibles de la infección con SARS-CoV-2. Las células vulnerables contienen instrucciones del ARN para hacer “proteínas de entrada” que el virus necesita para ingresar a las células. El ARN para las dos proteínas de entrada, conocidas como el receptor ACE2 y la enzima TMPRSS2, fue encontrado en ciertas células de las glándulas salivales y el tejido que recubre la cavidad bucal. En una parte pequeña de la glándula salival y las células gingivales (encía), el ARN para los dos ACE2 y TMPRSS2 estaba expresado en las mismas células. Esto indicó vulnerabilidad aumentada debido a que se piensa que el virus necesita de ambas proteínas de entrada para acceder a las células.
Una vez los investigadores habían confirmado que las partes de la boca son susceptibles al SARS-CoV-2, buscaron evidencia de infección en las muestras de tejido oral de personas con COVID-19. En muestras recolectadas en los NIH, de pacientes que habían fallecido, el ARN del SARS-CoV-2 estaba presente en poco más de la mitad de las glándulas salivales examinadas. En el tejido de glándula salival de una de las personas que murió, como también de una persona viva con COVID-19 agudo, los científicos detectaron secuencias específicas de ARN viral que indicaba que las células estaban haciendo copias nuevas del virus activamente, lo que refuerza aún más la evidencia para la infección.
Una vez el equipo había encontrado la evidencia de la infección del tejido bucal, se preguntaron si aquellos tejidos podían ser una fuente del virus en la saliva. Esto pareció ser el caso. En las personas con COVID-19 leve o asintomático, se encontró que las células que se desprenden de la boca a la saliva tenían ARN de SARS-CoV-2, como también ARN para las proteínas de entrada. Para determinar si el virus en la saliva es infeccioso, los investigadores expusieron saliva de ocho personas con COVID-19 asintomático a cultivos de células sanas en una placa. La saliva de dos de los voluntarios causó infección en las células sanas, aumentando la posibilidad de que aún las personas sin síntomas podrían transmitir SARS-CoV-2 infeccioso a otros por medio de la saliva.

Finalmente, para explorar la relación entre los síntomas orales y el virus en la saliva, el equipo recolectó saliva de un grupo separado de 25 voluntarios del NIH con COVID-19 leve o asintomático. De las 27 personas que experimentaron síntomas, aquellos con virus en su saliva tuvieron más probabilidad de reportar pérdida del gusto y el olfato, sugiriendo que la infección bucal podría ser la base de los síntomas orales del COVID-19. En conjunto, dijeron los investigadores, los hallazgos del estudio sugieren que la boca, por medio de células orales infectadas, juega un papel más grande en la infección del SARS-CoV-2 de lo que antes se pensaba. Se necesitará más investigación para confirmar los hallazgos en un grupo más grande de personas y determinar la naturaleza exacta del compromiso de la boca en la infección y transmisión del SARS-CoV-2 dentro y fuera del cuerpo.

“Cuando la saliva infectada es ingerida o partículas minúsculas de ésta son inhaladas, pensamos, pueden potencialmente transmitir el SARS-CoV-2 a nuestras gargantas, nuestros pulmones o aun a nuestros intestinos”, dijo Kevin M. Byrd, y Anthony R. Volpe, becario de investigación en el Instituto de Investigación y Ciencia de la Asociación Dental Americana.

“Revelando un papel potencialmente subestimado de la cavidad oral en la infección del SARS-CoV-2, nuestro estudio podría abrir vías nuevas de investigación llevando a un mejor entendimiento del curso de la infección y la enfermedad. Tal información podría también informar intervenciones para combatir el virus y aliviar los síntomas orales del COVID-19”, dijo Blake M. Warner, investigador clínico asistente y jefe de la Unidad de Enfermedades Salivales en el NIDCR, quien lideró el estudio.

Enlace relacionado:
Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill


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