Señalización de citoquinas guía formación de células sanguíneas
Por el equipo editorial de HospiMedica en español
Actualizado el 07 May 2012
Un trabajo reciente describe nuevas perspectivas en los procesos que guían la formación de varios tipos de células sanguíneas a partir de su origen como células madre hematopoyéticas.Actualizado el 07 May 2012
Investigadores del Instituto Walter y Eliza Hall (Victoria, Australia) estudiaron las señales moleculares que hacen que varios subconjuntos de células sanguíneas progenitoras – la progenie de las células madre hematopoyéticas – crezcan y se convierta en células sanguíneas maduras. En particular, evaluaron el potencial in vitro e in vivo de los megacariocitos y las plaquetas de poblaciones progenitoras definidas, en la medula ósea de ratón adulto.
Los megacariocitos se derivan de las células precursoras de células madre hematopoyéticas de la médula ósea. Estas células madre pluripotentes viven en las sinusoides de la médula ósea y son capaces de producir todos los tipos de células sanguíneas en función de las señales que reciben. La señal principal para la producción de megacariocitos es la trombopoyetina (TPO). Una vez que la célula ha completado la diferenciación y se convierte en un megacariocito maduro, comienza el proceso de producción de plaquetas. La trombopoyetina juega un papel en la inducción de los procesos para que los megacariocitos formen pequeñas protoplaquetas.
Datos publicados en la edición digital del 30 de enero de 2012, de la revista Proceedings of the [US] National Academy of Sciences revelaron que los megacariocitos surgen de progenitores bipotenciales CD150+ que muestran potencial de producir tanto plaquetas como eritrocitos en vivo y que pueden desarrollarse a partir de la fracción Flt3de la población de pregranulocitos y macrófagos.
La autora contribuyente Dra. María Kauppi, becaria postdoctoral en el Instituto Walter y Eliza Hall, dijo: “Podríamos regular si la célula progenitora se convierte en un megacariocito o un glóbulo rojo mediante el uso de diferentes combinaciones de citoquinas. Utilizamos un conjunto de marcadores de la superficie celular específicos para estas células progenitoras, que nos permitieron aislar y caracterizar las células. Ahora que hemos identificado correctamente las principales células y determinamos la forma en que responden a las señales de las citoquinas que participan en la producción de glóbulos rojos y plaquetas, el escenario está listo para la comprensión de cómo estos progenitores se ven afectados en la salud y la enfermedad. También podremos comprender mejor, por ejemplo, cómo los cambios genéticos pueden conducir al desarrollo de ciertas enfermedades de la sangre”.
Enlace relacionado:
The Walter and Eliza Hall Institute