La hormona del crecimiento ayuda a contrarrestar efectos del envejecimiento

Por el equipo editorial de Hospimedica en Español
Actualizado el 19 Feb 2002
Un estudio ha mostrado que la inyección o implantación de hormona de crecimiento-1 (IGF-1) en ratas ancianas puede mejorar dramáticamente la producción de células vitales para combatir la enfermedad, mientras que aumenta la masa magra del cuerpo y reduce la grasa corporal.

El estudio fue realizado por investigadores de la Universidad de Illinois (Champaign, EUA) y fue publicado en la edición de Febrero 2002 de "Endocrinology”. Se inyectó hormona de crecimiento-1 plasmática a ratas ancianas de dos años de edad, la cual estimuló la producción de células hematopoyéticas promotoras de inmunidad tanto en la medula ósea como en el bazo, el hígado y las glándulas adrenales. La producción era tres veces más que la de las ratas de edad similar sin tratamiento, y el 80% de la producción de las ratas sanas más jóvenes del grupo control.

La producción normal de hormona de crecimiento disminuye a medida que las personas envejecen. Se pierde el tamaño y el tono muscular y la grasa se acumula no sólo en áreas visibles sino también en la medula ósea, donde llena el vacío creado por un número en disminución de células hematopoyéticas. Algunos médicos están recetando terapia con hormona de crecimiento a los ancianos para contrarrestar los efectos del envejecimiento.

"Si se obtienen resultados similares en los humanos viejos, este tipo de tratamiento puede llevar a un aumento en la capacidad de reserva, tanto de los eritrocitos, como de los leucocitos”, dijo Keith W. Kelley, profesor de ciencias animales en UI e investigador principal.






Enlaces relationados:
Univ. of Illinois

Últimas Bio Investigación noticias