Se asocia una hormona con las enfermedades inmunes después del embarazo

Por el equipo editorial de Hospimedica en Español
Actualizado el 24 Jan 2002
Un estudio ha encontrado que una caída brusca en los niveles de las hormonas del estrés después del embarazo puede predisponer a algunas mujeres a desarrollar enfermedades inmunes, como la artritis reumatoide o la esclerosis múltiple. El estudio, realizado por investigadores del Instituto Nacional de los Estados Unidos para la Salud Infantil y el Desarrollo Humano (NICHD), fue publicado en la edición de Octubre 2001 del "Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism”.

Puede suceder que en las mujeres embarazadas que hayan tenido previamente esclerosis múltiple o artritis reumatoide los síntomas disminuyan o desaparezcan durante el tercer trimestre del embarazo. Sin embargo, cuando las mujeres dan a luz, los síntomas regresan. Similarmente, las mujeres que no tienen ninguna de las dos enfermedades pueden desarrollarlas en el transcurso de un año después del nacimiento. Las hormonas inmunes Interleukina 12 (IL-12) y el factor de necrosis tumoral alfa TNF están implicados en lograr que las células inmunes eliminen los invasores causantes de enfermedades. Las personas con artritis reumatoide y esclerosis múltiple tienen cantidades superiores a las normales de estas hormonas.

Los investigadores reclutaron 18 mujeres con embarazos normales y registraron sus niveles de IL-12 y TNF alfa durante el tercer trimestre de embarazo y también durante las semanas que siguieron al nacimiento. También encontraron que los niveles de las hormonas del estrés (cortisol, norepinefrina y 1,25 hidroxivitamina D3), en las mujeres, eran dos a tres veces más altas de lo que eran después del nacimiento. La investigación ha mostrado que estas hormonas del estrés impiden la producción de las hormonas del sistema inmune. Los investigadores dicen que el incremento en las hormonas del estrés se debe probablemente a la liberación de la hormona del estrés principal, la hormona liberadora de corticotropina (CRH), la cual se produce en la glándula pituitaria y en la placenta, en respuesta al estrés.

"Parece que la supresión de IL-12 y TNF alfa se debe indirectamente a la CRH que la placenta produce”, dijo el Dr. George P. Chrousos, jefe de la Rama de Endocrinología Reproductiva y Pediátrica. "Después del nacimiento, la reserva de CRH cae y los niveles de las dos hormonas inmunes se eleva rápidamente. Esto parece que provoca un efecto de rebote que puede exacerbar enfermedades como la artritis reumatoide y la esclerosis múltiple”.

Un estudio más reciente mostró que la producción de CRH, por los recubrimientos de la placenta y el útero, juega un papel para prevenir que el sistema inmune de la madre rechace el embrión.





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